jueves, julio 31, 2008

ESPACIO


El hombre nuevo se abre paso entre la composición turbia
ve otra formación indeseable
de la aglomeración bulliciosa
de los ruidos sin mención honorable.
Las bienvenidas son fatalidades redundantes
dolores de esquina
pésames fraternales,
complicación sin desquicio
repugnancias en el abanico.
El ambiente no tiene denominación
los muchos parecen mínimos
él que nada tiene que hacer solicita ayuda
se desdoblan las virtudes instantáneas
los centavos suenan
las miradas se anidan
los horarios se desenlazan,
aparecen detrás de barricadas
se aperturan posibilidades comunes
la conciencia se empieza a modificar para bien
y el espacio extenúa las cerraduras.