viernes, octubre 25, 2013

LUCES


Me despido, me alejo, ya soy libre y ahora estoy sólo, imaginando los rostros que dejé atrás y el sufrimiento que llevaré conmigo.

Es la primera de las últimas veces que me voy creyendo, que no me pasará algo. No puede pasarme nada, en absoluto, nada, porque esta velocidad ya la conozco, porque este camino ya tiene franjas por las huellas que dejaron las ruedas (mi cabeza rodante, mi destino pisoteado), no puede pasarme nada, lo afirmo.

El sudor en la cara obstruye la primera agresión, la agresión del sol condenado al vicio humano, al vicio antinatural del hombre, del hombre muerto que sigue andando, del enfermo muerto que sigue conectado al milagro, del vivo casi muerto pensando como habrá de morir, del niño ascendente a la muerte jugueteando al azahar, del inválido quebrado de vida, muerto, muerto, bien muerto, amarrado a la tierra, sirviéndose de la limosna para favorecer la saciedad del parásito «SOCIEDAD  DE PARÁSITOS». 

No puede pasarme nada, porque el ritmo tiene medida en cada segmento heterogéneo hasta el tierno aliento parental que recuerdo de ayer, que no existe ahora.

Tiempo de desahogo, mediodía, calor como fuego, sudor como sangre, nostalgia de los seres que sufren y ríen igual que yo en este día, en esta hora de infierno, en este instante diseminado de emociones dispares ventilándose frenéticamente porque necesitamos huir y llegar, avanzar y extenuarnos hasta dominar sintaxis, sentido, correlación, régimen, sincronía, esquemas y las luces que se prenden y se apagan de las manos, los pies, el cuerpo, la cabeza, los sentidos, el alma, hasta alcanzar a dios en el crepúsculo convertido en roca para creer y ¿desmitificar?, para seguir creyendo en este trayecto soberano con el rabillo del ojo —soslayo—, con sensatez del freno, con aceleración incrédula-aséptica-atea, virando, ironizando, hipocrizando con los cambios, 4-3-1, 6 otra vez, ¡maldita sea!, mi desfragmentación con el aire en contra y esta división entre melancolía y velocidad que me sublima en un trance corporal anestésico, me hace perder el control cuando me convierto en visceral.

Enfrente pasa una antología de dolor haciendo ecos malhumorados que me atraen, la baranda ennegrecida, el puente hasta el precipicio, el aire fresco por mi nariz tóxica, la vida nueva sin emociones, el hombre cansado, la naturaleza ardiente, el paso crónico, ¡Cuidado!, ¡Muévete viejo!, ¡Carajo! Almas de un país de sombras, medianoche temeraria, tic tac, conteo negativo, mutismo, cabeza de estiércol, corazón suicida, sangre, ¡madre mía! kilómetros con el hip hop rodeándome la nuca cicatrizada, violencia, pobreza, fin de los tiempos, línea de vida, colapso cardiovascular. Cierre, abertura, otra vez la geometría en el piso, en la pared, en la abstracción del infinito, Alfa, más allá de lo visible y más allá de lo autónomo, LAS LUCES, otra vez encendido como un hombre hecho tubular, girando en toda su conciencia, porque así nada puede ocurrirme, pasada la hora, sintiendo lo extremo, enderezando la pendiente, escupiendo heridas, maldiciendo sentimientos rotos, conformando voluntad en una pieza de diamante hasta el punto cero, como en otras jornadas, como en otras edades, como en otros que ya hicieron este recorrido bajo el mismo sol y bajo el mismo firmamento de piedras enfermas que giran en la nada.

miércoles, octubre 23, 2013

LA CARTA DEL OCTAVO DÍA

PRiMER BOCETO



¿Quién será? / Es delgada, apacible, espléndida / y pareciera atiborrada de sonreír a cada momento / aunque desea guardar detalles, / caracterizando en su lugar expresiones al unísono // liviana sutiliza.

Una cosa no puedo negar / la miro y sigo sus movimientos / el deleite negro de su cabello bien cuidado / los garabatos que hacen sus indicaciones / y su carisma a la primera respuesta.

Sus pestañas, bajan y la veo porque desaparece en su vanidad / sus pestañas despiertan y me hago el tonto, / el que mira por mirar y atiende a la esencia del recuerdo, // traspasándola.

¿Cuánto tiempo intento conocerla?, / algunos martes y jueves, / un intervalo vehemente por demostrar / perdurable en el sentir consecuente de días a su sombra / un circulo que se construye por intercambios de aprecio y fortuitos percances que nos hacen vergonzosos, // complicidad.

Cuando la oí murmurar un secreto como música ligera a los lejos / imaginé de inmediato una cita con ella / de qué formas sus palabras dóciles la harían más delicada y austera, visible e invisible, / ayudandome a completar una colección de retazos y fórmulas desde la primera vez que la vi. / Por lo pronto es un espejismo / pasa y me dirige el deletreo de quien le encargó, / pura metodología, / sin embargo no quiero ocultarle nada percibiendo silencioso / porque ella también me busca / y cuando no me encuentra en la línea perpendicular obstruida por objetos en barricada / se extraña y deja de ser misteriosa / porque no sabe quién la ve / y quiere desentrañar a su descubridor //  sintiendo, palpitando y borrando.

viernes, octubre 18, 2013

ESCEPTICISMO


La gota que derramó el vaso.
El estupor de la gente.

El mea culpa en vivo y acústico [la sensibilización subliminal del individuo]

El error por el delito y el delito por la pendejada.

Los inválidos, el humilde paradigma popular.

Los inválidos que trafican con la invalidez.

El poder envilecido como pandemia de cualquier creencia, religión, raza, sexo, condición, etc.

El hombre [desde su insignificante actividad] voluble eterno a la corrupción.

Corrupción, obscenidad, acumulación, POLÍTICA, ciencia popular de siete esquinas, avaricia, cinismo, mentira, mentira, pantalla, hipocresía,  caradura, viveza criolla, empresario, padre y futuro gánster del monopolio y el abuso por encima de la ley y la decencia.

Chantaje tras la coima,

El favor y el proveedor, hijos del mismo cordero.

Gitanos inmunes a leerse entre ellos las manos.

El culpable, los culpables del entramado y el método apetecible del porcentaje.

Escepticismo antes, ahora y por lo que resta.

Donaciones con rostro y damnificados sin rostro.

Escepticismo, escepticismo, pura demagogia, conciencia torcida, dinero y la irremediable explotación del hombre por el hombre, y el acostumbrado lucro del burócrata a costa del Estado. 

miércoles, octubre 16, 2013

INTERLUDE: EXTRIDENCIA



Mi cabeza se mueve acompañando el rol sistemático de las múltiples conversaciones que no producen efecto.



El péndulo muy pronto ha revolucionado el sentido de los objetos, las cortinas siguen alzando vuelo, suenan quebrantos desde los túneles que nadie visitó, mi corazón se agita, suenan ahora improvisaciones coloquiales, se distorsiona la visión. 
La enésima fórmula.

martes, octubre 01, 2013

EN LAS POSTRIMERÍAS DEL IDILIO ¿O DEL RIDÍCULO?


Gotas catastróficas
alientan la incertidumbre de seguir a Andrea
de encontrármela
a ella que no sabe nada
nada de mí, nada de todo esto,
si ni siquiera me ha visto como me sonrojo
como le coqueteo a una foto junto a todos los objetos decadentes
en que ella desaparece cuando se esclarece la madrugada
y yo despierto juntando las manos para rogarle
que siga pendiente, que se quede cruzando otra vez esos jardines de setiembre
que me espere
si yo ando en la holgura del desquicio
o pierdo los estribos por seguir a la manada obtusa.

Es imprescindible que a estas alturas le deba confesar
lo que parece absurdo, pero debería saberlo,
un pobre imbécil volteando la página por ella
sembrando por las tardes trincheras contra los augurios
que jamás estuvieron de mi parte;
sin ser mezquino
me defrauda esta sensación
no cuando la imagino con otro dibujándole en la cara
las mismas intenciones patéticas pero tiernas
que se dicen sin motivo, sólo por contemplación,

sino cuando albergo su tutela, mi cobijo, mi escondite
con su mirada frontal cuando me trata como un anónimo y yo le retrato
en un instante que deja sombra y traspasa la quimera
los escenarios cuadriculares que la tengo resuelta de extremo a extremo
en las visiones y sus pocas palabras que recuerdo de su boca colorida y simétrica
aniquilándome, ¡maldita sea!
Y es que una cosa es cierta
si no me corresponde hasta llegar al final del laberinto
le diré a todos, que esto ha sido más del mismo ridículo.