miércoles, abril 29, 2020

*MONOMURAL: EL LONCCO ANDANTE


El hombre y los caminos solitarios,
la canción del viento,
estridencia melancólica,
hierba emergiendo húmeda al amanecer,
el sentimiento inunda mi rostro
me motiva a padecer incertidumbre.

La soledad sigue marcando su territorio,
no hay mayor certeza
que la propia intimidad de pensamientos 
al aire libre.
El pesar se despeja,
sombras transversales revelan la mano del creador;
el cultivo de las chacras es más que gratificante,
ahora puedo visualizar
el arte inmemorial retratado al óleo
por un espíritu atrapado en este encantamiento.

No sé de mañana,
andaré y andaré contra molinos de viento,
un capullo de texao aparecerá como un mítico prodigio,
o me dejaré llevar por el bajo caudal de la siembra.
Caeré exhausto en medio de un bosque de eucaliptos,
y soñaré con historias de antepasados,
yendo y viviendo por senderos de herraje
soportando al sol todopoderoso,
tarareando poesías de campiña,
en tanto los pies tropiezan con tierra y restos de sillar
y las ropas sudadas translucen jornadas de trabajo.

Un pasado y un presente nunca distantes,
eternos arboles de molle cual viejos sabios a la sombra,
y el canto a veces de un picaflor
o a veces las rimas de yaravíes,
cantadas como himnos de retorno a casa
por un chacarero arequipeño.

Distrito de Chiguata, provincia de Arequipa. Al fondo se observa las siete cumbres que conforman el nevado del Pichu Pichu. Setiembre del 2019.

*Monomural. A mi manera de verlo y teniendo en cuenta para el contexto arequipeño de antaño, es la expresión festiva de un hombre de campiña que suele estar retratada por cuestión natural, en piedras, en árboles, en surcos, en el fondo de los arroyos, en los cultivos, etc.

BAJAR LA INTENSIDAD


Jugar con la imaginación es una parte importante cuando la idea es tergiversar. Insisto en evocar retratos melancólicos que no existen más que en mi memoria, como la fatiga de un desconocido cuando baja la vista y se dedica a visualizar el espejismo inteligente de otras vidas en constante expresión. 
Tratar de olvidar, extenuación ante los hechos, el sudor expandiéndose, lamentos reincidiendo en cuestión de someter, dedicaciones para soñar en perspectiva de resignación, intenciones sinceras desapercibidas hasta rendirse de manos y consumirse la luz de fondo. 
Cada una de las virtudes las colecciono por un mundo predilecto y cuando las cosas no andan bien, pienso en todo ello, en medio de discusiones y miradas horizontales. Es imposible que el sol al atardecer me pueda alterar. El fuego desaparece del enfoque…

Para bajar la intensidad
una toma mayúscula en modo convencional
Caminar abatido en tiempo cenizo
sobre la tierra arenosa que sepulta las
últimas ilusiones;
horas de sentir desconcierto,
de perder ante las evidencias,
de caer y llorar hasta desgastarse de dramatismo
y avanzar con los brazos cruzados demostrando mea culpa.

El dolor me ha tocado a mí,
vivo como en una condena.
A lo lejos veo aproximarse
sombras defectuosas, 
relámpagos memoriosos levantando muros invisibles
que no permiten tocar más deseos perdidos.

Siento olvidar mi vida 
por cosas insignificantes,
por el consuelo de tener aire fresco entrando por mi ventana
y el agua manando de mis venas
después de distraer el sentido,
vocalizar enlaces comunes,
asentir a pesar de todo,
traducir en cada punto
orgullo por sencillez, 
intensidad por cabeza fría.

domingo, abril 19, 2020

Interlude: EL RECURSO INDOOR


Hay tiempo, el recurso existe en un lugar seguro.
Las acciones son necesidades impulsivas
cavilando en retrospectiva de uno menos uno,
es cuando se activa un mecanismo reversible;
la inmediatez consigue doblegar razones
objetar un régimen implícito de valores sentimentales.
Nada mejor que aliviar de un gran imprevisto,
angustias en paralelo a cuando la demagogia popular acabe,
y se haga evidente el excesivo desconcierto.
Es tiempo de parar, 
a cuenta de despejar lo inútil,
negarse a una pequeña fracción por algo importante,
repetir palabras de otra vida,
iniciativas que todas sean luces,
sin permitirse señales para retroceder,
renombres literales, ecos de la mente, 
deseos de inmovilidad en una proyección acromática
de poder obsoleto, señalado por estar
aislado, rodeado de fórmulas eficientes
realizando conteos básicos, 
a la usanza metódica como algoritmo de ansiedad bajo control
y a la complejidad de servir para nada 
cuando el recurso tintinea como llave maestra.


ESPEJISMO DENTRO DE OTRO ESPEJISMO



Absorbo la primera burbuja de aire puro,
intento no recurrir a una solución evasiva,
me fijo en la rotación alrededor de lo que no sé,
mis manos se hunden sin poder evitarlo,
no quiero sentirme comprometido,
prolongo esta nostalgia más de su influencia,
un momento para similitudes prácticas 
y un paso atrás en sentimientos ocultos.


Miro por la ventana
un mundo imaginario como utópico,
intocable si por inquietud pretendo traspasar,
construido a pulso de palabrería disidente,
sosteniendo con más obstinación que rebeldía
una enorme arquitectura de relatos conspiratorios
y propagación de anacronismo científico
bajo dosis filtradas y persuasivas
en el porqué de cada cosa en la línea de este tiempo,
siempre en constante polémica.
Afrontar la única condición gratificante
conforme la filosofía en estado libre nos completa en retazos, 
así tal cual los deberes de una cadena insustituible
estimulan a convencionalismos
a través de argumentos de autonomía,
reflejada en el rostro delineado para la ocasión.

Psicopatía consciente,
posesiones y títulos vuelan por la cabeza,
sin oposición a dudar ante lo que desea en verdad,
de todo cuanto existe alrededor, 
solo para presumir con altavoz
que soy hombre de bien,
viniendo desde abajo, saliendo al frente,
un teorema perfecto de individualismo, bienestar
y felicidad brotando de los ojos.
Nada más aparente,
entender el precio que significa asumir un camino a ciegas
sin tener ya la primera imagen en el corazón,
brotando sangre cuando tocaba el suelo
y veía el reflejo imperfecto,
aprisionado en el ruido al despertar
y la crueldad sentida,
por mensajes monosilábicos de obediencia y mando,
sin elección al menos,
puesto todo fue una maldita ficción,
inventada en un entorno sobrepuesto del real,
del mundo tal cual te degrada a descender
de tu propia nube.
Desencantarte al fin en planos distintos de conmoción,
cuando es de tarde, 
y el carácter de piedra al viento tiene forma,
algo por existir entre razonamientos confusos,
impulsos de pronto
para pintar en los muros extraños deseos
maldecidos a primera vista,
porque nadie elegiría fingir más
una imagen confinada en un espejismo tras otro,
soportando el dolor humano y la extensión artificial
hasta una simple proporción de naturaleza,
única bajo cualquier propósito de dominio.

viernes, abril 10, 2020

SIMBIOSIS


Un sistema saturado de más conexiones
de incontables deseos en simultáneo,
cuando la inteligencia se enfrenta a la presión
de no saber que más recrear,
que otra razón exclusiva por existir.
Simbiosis…

Para idear un mundo complejo y dependiente
no es necesaria tanta munición,
solo una expresión básica
que denote popularidad.



R E G I S T R O  D E  V O Z

« Iré bajo el sol »
en trayectos de ida y vuelta;
no hay ser humano pensando lo mismo que yo
en este instante.
Me levanto y ya dispuesto
voy a velocidad,
esperando a que la montaña siga pintada de gris,
el valle escondido en las entrañas de la noche anterior
y la madrugada pueda desconcertarme
con naturaleza forjada a soplo de viento fresco,
con la escena de un hombre lanzando una red al río,
mis pasos cautelosos entre la hierba crecida 
de una frondosa tierra fértil 
moteada por piedras de los deseos
y cultivos de gran valor nutritivo
para el mercado de gente
que todavía descansa
hundida en su propia utopía,
porque el sol aún no proyecta
la primera señal de un nuevo registro.


jueves, abril 09, 2020

ES DISTINTO CUANDO ALGO ANDA MAL


Ver no significa todo, a simple deducción cada noche transcurre sin novedad, es la misma distribución pictórica de la noche anterior. 
Puedo haber creído, como otros al igual que yo, un momento y lugar oportuno para celebrar estar presente y percibir el cero como también el infinito del gran espectro inmóvil que motiva en nosotros asombro y nos hace sentir insignificantes. Esta vez no, el tiempo se renueva, la mente se aburre de lo mismo y la predisposición a pensar exige cambios, formas distintas de conocer y apreciar las cosas. Ahora mismo necesito explicar y reformular los hechos que son a la vista evidentes. Y ese es el fondo del asunto, me cansé de la evidencia, del asombro, de las reflexiones que traducen filosofías existenciales cuando estoy bajo la influencia de la climatología de otoño, invierno, primavera y verano, cuando todo luce despejado y es un espectáculo estático tintineante que me puede hacer imaginar algunas cosas y otras veces un manto húmedo dilatando vapor, goteos, silbidos suaves, aullidos prolongados y alguna que otra especulación enigmática. Lo cierto es que nada notable acontece, nada extraordinario aparece, nada increíble se desprende o algo fantástico se traslada. Solo tengo el recuerdo de haber visto una oleada de fuego alentada por ventarrones estruendosos en la silueta nocturna de los cerros, nada más que eso, todas las noches fueron ordinarias, calcos con errores o adiciones mínimas que apenas si daban la impresión de ser un día o noche distintas. Si no existiera una guía como el calendario digital o analógico y la determinación del tiempo como magnitud física para medir hechos trascendentales o no trascendentales, alguien que habría perdido las facultades humanas, no notaría que día es hoy y si realmente es importante meditar la diferencia entre luz y sombras y las limitaciones que esto significa en el rotativo completo de veinticuatro horas terrestres para el orden biológico o mental, sino que se dejaría a las etapas de la edad de la Tierra, no lo sé, o posiblemente a los periodos de hechos destacados en la biografía de un hombre, como también en razón colectiva, al estudio del deterioro monumental, de la desfragmentación de bloques continentales, de la degeneración multitudinaria, de los fenómenos geológicos o los efectos del cambio climático, que de un tiempo a esta parte nos mueve a experimentar una atención específica y a la vez preocupante en ese espacio para cualquiera que no es un tiempo registrado.  

¿Es mi capacidad de pericia o mi capacidad de percibir el mundo, a partir de mi propia experiencia, una barrera blindada que no permite acceder a conocimientos vedados por una exigencia creciente en mi laberinto?
La realidad te confina a aceptar incidentes menores, sin nada más por resaltar, solo ilusionismo en un escenario perfecto hecho de creaciones impresionantes e inalcanzables, de la cual puedo ser a veces un testigo especial que trata con acertijos y visiones pretenciosas que pronto caen en saco vacío, como si esto ya se supiera. Sin embargo, hay procesos encausados en este mismo instante, materia que absorbe el agua, insectos trasladándose, aullidos de animales que nunca descansan y están alerta a cada movimiento, corrientes de aire frígido entrecruzándose en una quebrada, composiciones de heladas en charcos, en grietas…, vegetales brotando como un milagro, plantas bellas desprendiendo hojas de colores, otras renaciendo de la hojarasca, indistintos seres vivos renovándose y algunas en plena metamorfosis a la luz de la Luna, regimientos de animales minúsculos haciendo o deshaciendo un ecosistema, humedad que va perjudicando las construcciones, agua bajando por desembocaduras artificiales y naturales, elementos filtrándose hasta potenciar capas, hasta crear circuitos de inmersión, hasta cristalizarse en composiciones que serán el bienestar de alguien o algo y asentarse en un punto común, donde todas las corrientes subterráneas coinciden en distribución, en dar a cada quien la proporción conveniente de materia  para seguir viviendo, continúe su desarrollo y el de una nueva existencia, o la desperdicie intencionalmente en otros subprocesos de unidades orgánicas imperceptibles al ojo humano.

Lo cierto es que el vapor al levantarse no crea criaturas nocturnas con intenciones de andadura y atormentar a los soñadores, a quienes deambulan sin saber dónde ir, a quienes permanecen despiertos por alguna actividad sospechosa, a los frenéticos que comparten su libertad hasta perder conciencia  de los hechos y son sorprendidos por el albor del amanecer encima de sus pensamientos y la percepción confusa de la noche anterior, de sucesos fantasmagóricos sin más explicación que una botella vacía transparentando deformidad en el vidrio.

Nada nos sorprende desde arriba, 
nada sobrenatural emerge del suelo,
nada se desprende después de un interminable aguacero,
solo la tragedia por fijación a un orden correlativo 
y la irresponsabilidad humana.
Nada espectacular muestra una transformación
en esa bisectriz de penumbra,
en la intensa humedad
y el agudo silencio.

Apenas si puedo respirar
revoluciones de ciclos imperceptibles.
Nunca vi hombres gigantes en terrenos desérticos
o mantos incoloros de espectros
levitando mientras era poseído por escalofríos,
nunca la evidencia de ectoplasma en un ambiente de lucidez,
nunca vi sustancia fantasmal
 propagar sus argumentos de horror
o desosegando al hombre de ciudad.

Del tamaño microscópico o de existencia etérea posiblemente sea la única condición para conocer algo fuera de este mundo que no sea evidente.

INTRAMUROS


Mis valores pisoteados,
mi trabajo por completo incomprendido,
mi vida en el anonimato,
todo en lo que creía
un montón de basura a modo de pretexto,
mi manera de pensar
un enorme peso hostil inherente,
un gran volumen sobre mí
de imputaciones y desidia por auto sugestión.
Solo recibo miradas a la distancia,
o sombras efímeras evitándome siempre.
Tanto porqué pensar, 
rostro persiguiendo rostros
palabras por desconocimiento
hombres que valen monedas,
indiferencia de aspecto educado
y deseos hipócritas de buena salud.

Me dedico a lo mío
y no pienso en el presente
en lo que ocurre a mi alrededor,
esta claro, a nadie le importo;
desasosiego para mostrar,
falta de empatía,
ningún valor cualitativo
que se deba corresponder.

Mis ojos se inundan
aunque lo trate de evitar,
cada día se renuevan las decepciones,
una colección memorizada
que me retrata un rasgo cada día
de aquellos a los que critiqué
a templanza fija,
masticando el enésimo sarcasmo,
con un estúpido razonamiento provocador
a veces sin fundamento 
y sin llegar a nada.

El desencanto me asedia,
mis valores pisoteados;
intento levantar la voz
y ya no están
no les significo ni genio, ni figura, 
todo lo contrario,
vivir así es como sentir mierda en el cuerpo.
No logro confiar
no me arriesgo a creer,
no mencionaré,
miradas tétricas flotan en el aire
y después profundidad para caer 
descubierto, 
un mundo oculto saliendo de mí,
cual vorágine cruel y a la vez sincera,
una serie de actos cuestionables.

Cada quien en su labor,
existencias a través de un muro,
mis valores pisoteados,
mi disposición mutilada,
no me levanto,
no pregunto,
no lo intento,
no lo hago más,
dejo fluir interpretaciones,
mis hechos siguen sumergidos
como filtraciones a la hora de los ausentes.

Soy visible cuando bajo la cabeza
y entiendo,
sin embargo, paso temiendo popularidad
cuando soy una palabra en boca de todos.