viernes, marzo 28, 2008

MUERE EL ESCRITOR BELGA: HUGO CLAUS


El escritor Hugo Claus padecía Alzheimer y pidió la eutanasia; no se sabe si se le aplicó.
Tras elegir el momento de su muerte y pedir la eutanasia, el escritor, pintor, poeta, dramaturgo y novelista flamenco Hugo Claus, falleció el 19 de marzo en Amberes, a los 78 años.
Nacido en Brujas en 1929, Claus fue un autor autodidacta e irreverente, eterno candidato al Nobel de Literatura, y conocido por su visión crítica de la sociedad burguesa. La casa editora de Claus, De Bezige Bij, informó que el escritor “determinó el momento de su muerte y pidió la eutanasia” que es legal en este país; pero no se precisó si finalmente le fue aplicada la eutanasia.
Claus, el escritor belga más conocido a nivel internacional junto con George Simenon, tuvo en la novela La pena de Bélgica, publicada en 1983, su obra más importante. Este libro, que le supuso un éxito internacional inmediato, narra en tono irónico y mordaz la vida de la burguesía flamenca en la ocupación nazi del país en la Segunda Guerra. La obra no es una autobiografía como tal, pero sí incluye muchas vivencias personales de Claus, quien la escribió para explicar a su hijo cómo habían sido los primeros años de su vida.
Desde su temprana recopilación poética, Petite Guito (1947), se advierte la temática de su obra: la rebelión antiburguesa, la necesidad de elección y de acciones liberadoras y la búsqueda de la existencia auténtica.
En 1948, Claus se unió al grupo artístico internacional COBRA (Copenhague-Bruselas-Amsterdam), con el que participó en colectivas en París y Bruselas y cuyo objetivo era rebelarse contra el surrealismo y buscar una manera experimental y espontánea de pintar, sin teorías.
El nacimiento de su primera novela tuvo como origen una apuesta con un editor belga que señaló que en aquel momento lo que se usaba era la novela americana: mucha acción y pocas ideas. Claus dijo estar dispuesto a escribir una por 100 mil francos belgas. Tres semanas después ya estaba acabada: De Metsiers (1950).
Se estrenó como dramaturgo con 24 años, con Andrea o la novia de la mañana. Tras residir en París y Roma, en 1959 realizó un viaje por EU en compañía de Fernando Arrabal, Italo Calvino y Claude Simón, durante el cual escribió el guión de cine El cuchillo y sentó las bases de su novela El deseo.
Autor prolífico, su carrera abarca películas, libros de poesía, 40 obras teatrales y 23 novelas. Su narrativa refleja curiosidad por las reacciones humanas en momentos de tensión extrema que lo sitúan en la vanguardia de la narrativa europea.

miércoles, marzo 26, 2008

CLÍNICA PSICOANALÍTICA LACANIANA


ROBERTO HARARI* EN ESTE VOLUMEN REÚNE PRÁCTICAMENTE LA TOTALIDAD DE LOS EPÍGRAFES UTILIZADOS, A PARTIR DE 1969, COMO INTRODUCTORIOS DE LOS TEXTOS PSICOANALÍTICOS DEL AUTOR. EN LA SELECCIÓN, SE PROCURÓ CASI SIEMPRE LOCALIZARLOS EN ÁMBITOS HUMANÍSTICOS Y CULTURALES DISTINTOS DEL CAMPO DE LA DISCIPLINA FUNDADA POR FREUD, CON LA IDEA DE MOSTRAR CÓMO EL PSICOANALISTA PUEDE, E INCLUSO DEBE, NUTRIRSE DE NOCIONES PROVENIENTES DE OTROS SABERES PARA NO QUEDAR CEÑIDO A UNA TEDIOSA REPETICIÓN SISTEMÁTICA DE LOS PUNTOS CENTRALES REGULATORIOS DE SU QUEHACER Y DE SU TEORIZACIÓN AL RESPECTO. ESTOS PENSAMIENTOS BREVES, SENTENCIOSOS, LLENOS DE AGUDEZA, MUCHAS VECES DESCONCERTANTES Y PARADÓJICOS, PRESENTAN UNA APERTURA, UNA "AIREACIÓN" DONDE SE RESUME UN TROZO PROCESADO DE LA EXPERIENCIA Y DE LA SABIDURÍA DE LA VIDA, QUE AYUDA AL PSICOANALISTA A INCENTIVAR LA AMPLITUD DE SU ESCUCHA A TRAVÉS DEL APORTE DE CONCEPCIONES NOVEDOSAS. EL PRODUCTO AQUÍ OBTENIDO NO SÓLO VA DESTINADO A LOS PROFESIONALES DE LA PSICOLOGÍA, SINO TAMBIÉN AL INTERESADO EN AHONDAR EN LOS GRANDES TEMAS DE SIEMPRE, COMO EL HOMBRE, EL AMOR, VIDA Y MUERTE, LA VERDAD, EL LIBRO, EL ARTE, EL NOMBRE, LO NUEVO Y LO VIEJO, EL TIEMPO, EL VACÍO, LA GUERRA, LA LOCURA, EL CUERPO, LA LEY, LA FAMILIA, LA EXPERIENCIA, LA SOCIEDAD, Y MUCHOS OTROS.
A continuación algunos epígrafes del libro:

¿Para qué me han dado un reino que tener si no he de tener mejor reino que esta hora en que estoy entre lo que no he sido y lo que no seré?” (Fernando Pessoa, Libro del desasosiego.)“Es el destino común de las nuevas verdades comenzar como herejías y terminar como supersticiones.” (Th. H. Huxley, Ciencia y cultura.)
“No hay que olvidar con qué rapidez las visiones del genio llegan a ser manjares en conserva para intelectuales.” (Saul Bellow, Herzog.)
Se ha hablado mucho de influencias, pero aún no se sabe qué es la influencia. ¿Es echar en un recipiente líquido o es la rotación del inducido de la dínamo en un campo eléctrico, que como resultado produce otra corriente? (Viktor Shklovski, Boris Eijenbáum.)
“Para avanzar hay que conservar. No hay futuro sin pasado: si hay un pasado, entonces uno tiene ganas de hacer algo distinto.” (Eric Rohmer, El nacimiento del terror.)
“Nuevo no significa necesariamente que no haya sido nunca percibido, sino más bien que fue excluido.” (M. Serres, El paso del Noroeste.)
“Desde que nacemos hasta que morimos, somos un cortejo de ‘otros’ que son enlazados por un hilo sutil.” (Jean Cocteau, Poesía crítica.)
“Una monstruosa aberración hace creer a los hombres que el lenguaje ha surgido para facilitar sus relaciones mutuas.” (M. Leiris, Huellas.)
“También en la vida cotidiana hay que andar con cuidado para no dejarse atrapar por la propia historia o, de forma aún más insidiosa, por la personalidad que uno imagina que es la suya.” (M. Houellebecq, El mundo como supermercado.)
“La esperanza comienza cuando ya no hay nada que esperar, ni siquiera el fin de la espera. La espera ignora y destruye lo que espera. La espera no espera nada.” (Maurice Blanchot, La espera, el olvido.)
“La madurez del hombre es haber recobrado la seriedad con que jugábamos cuando éramos niños.” (F. Nietzsche, Más allá del bien y del mal.)
“Te busco más allá de la espera/ más allá de mí mismo/ y ya no sé cuánto te amo/ cuál de los dos está ausente.” (Paul Eluard, El amor, la poesía.)
“Es amor bien pobre el que puede evaluarse.” (William Shakespeare, Antonio y Cleopatra.)
“Y aún no cabe lo que siento en todo lo que no digo.” (Calderón de la Barca, Eco y Narciso.)
Llega el poeta y hacemos lo posible por olvidar las preguntas que nos hace. (P. Eluard, El poeta y su sombra.)
“¿Qué hay en un nombre? Es lo que nos preguntamos cuando somos niños al escribir este nombre que se nos ha dicho que es el nuestro.” (James Joyce, Ulysses.)
“Un buen maestro tiene esta constante preocupación: enseñar a prescindir de él.” (André Gide, Diario.)
“Querer adecuarse a una época ya es estar anticuado.” (Eugène Ionesco, Notas y contranotas.)
“El porvenir nos inquieta y el pasado nos detiene. He ahí por qué el presente se nos escapa.” (Gustave Flaubert, Pensamientos.)
“Ayer sólo acabará mañana, y mañana ha comenzado hace diez mil años.” (William Faulkner, El intruso.)
“La ciudad no es la soledad porque la ciudad aniquila todo lo que puebla la soledad. La ciudad es el vacío.” (P. Drieu La Rochelle, Gilles.)
“Porque después de todo he comprobado/ que no se goza bien de lo gozado/ sino después de haberlo padecido./ Porque después de todo he comprendido/ que lo que el árbol tiene de florido/ vive de lo que tiene sepultado.” (Francisco Luis Bernárdez, Soneto.)
“¿Quién ignora que los goces acaban la vida y que cada deseo realizado se lleva una porción de nuestra existencia?” (Mariano José de Larra, Personajes de teatro.)
“Lo trágico de la vida consiste en que el bien y el mal constituyen la misma materia de acción –deseo– coloreada de modos opuestos. Pero como colores vistos de noche que no se distinguen sino por adivinación o instinto, jamás por clara conciencia. La conciencia no es sino un husmeo, un color conocido al tacto.” (Cesare Pavese, El oficio de vivir.)
“El que tiene siempre ante sus ojos un fin, hace que todas las cosas le ayuden a conseguirlo.” (Robert Browning, In a Balcony.)
“En ti resonará todavía la voz del rebaño. Y cuando digas: ‘No tengo ya una conciencia en común con vosotros’, será eso una queja y un dolor.” (Friedrich Nietzsche, Así hablaba Zaratustra.)
“Para mí, el éxito alcanzado por Hitler era razón suficiente para obedecerle.” (Adolf Eichmann, Juicio de Jerusalén.)
“Conviene remarcar que, si un hombre cualquiera que se cree rey está loco, no lo está menos un rey que se cree rey.” (Jacques Lacan, Acerca de la causalidad psíquica.)
“Me aplicaron el electroshock. Se ve que querían sacarme la enfermedad del cuerpo. Pero no me quejo. De qué tendría que quejarme. Los médicos son buenos. Hacen lo que pueden. Recetan, dan consejos. Y además, si me fuera de acá, ¿adónde iría? No tengo nada, no tengo a nadie. En el fondo, los médicos no entienden de estas cosas de la mente, del espíritu. Simplemente toman la temperatura de la piel. Dan pastillas, inyecciones como si se tratara de un almacén. Lo terrible es que nos traen para que uno no se muera en la calle. Y luego todos nos morimos aquí. (De un interno del hospital Borda, revista Crisis, marzo 1974.)
“En realidad hay que salir un poco de sí para no ser demasiado infeliz.” (Isabelle de Charrière, Oeuvres complètes.)
“Hice conmigo lo que no sabía hacer/ y no hice lo que podía./ El disfraz que me puse no era el mío./ Creyeron que yo era el que no era,/ no los desmentí y me perdí./ Cuando quise arrancarme la máscara,/ la tenía pegada a la cara./ Cuando la arranqué y me vi en el espejo,/ estaba desfigurado. Estaba borracho, no podía entrar en mi disfraz.” (Fernando Pessoa, Poemas de Alvaro de Campos.)
“En el arrepentimiento no hay descanso ni paz, y por eso es la mayor o la más amarga de las desgracias.” (Giacomo Leopardi, Zibaldone.)
“¿La ausencia no es, para quien ama, la más cierta, la más eficaz, la más viva, la más indestructible, la más fiel de las presencias?” (Marcel Proust, Los placeres y los días.)
“Me duele ahora sin explicaciones. Mi dolor es tan hondo, que no tuvo ya causa ni carece de causa.” (César Vallejo, Poemas en prosa.)
“Todo hombre es sensible cuando es espectador. Todo hombre es insensible cuando actúa.” (Alain, Vigilias del espíritu.)
“¿Cómo se puede aprender a conocerse a uno mismo? Por la meditación, nunca; más bien por la acción.” (J. W. Goethe, Sentencias en prosa.)
“Si encomiendas a un hombre más de lo que puede hacer, lo hará. Si solamente le encomiendas lo que puede hacer, no lo hará.” (Rudyard Kipling, Speeches.)
“El que nunca ha caído no tiene una idea exacta del esfuerzo que hay que hacer para mantenerse en pie.” (Multatuli, Ideas.)
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*ROBERTO HARARI: de nacionalidad argentina y es psicoanlista, además de este texto, tiene los siguientes títulos:
EL SEMINARIO LA ANGUSTIA DE LACAN: UNA INTRODUCCION
FANTASMA: FIN DEL ANALISIS?
INTRADUCCION DEl PSICOANALISIS: ACERCA DE L'INSU..., DE LACAN

LA PULSION ES TURBULENTA COMO EL LENGUAJE: ENSAYOS DE PSICOANÁLISIS CAOTICO
LA SIGNIFICACION DEL FALO, DE LACAN: CLAVES INTRODUCTORIAS
POLIFONIAS: DEL ARTE EN PSICOANALISIS

jueves, marzo 20, 2008

SOLILOQUIO DE LA DUDA


He dudado, todo este tiempo estuve dudando de cuanta persona que no me percataba , espejo donde no me miraba, sombra que no tenía, palabras que no eran oídas, credo que no me aliviaba, dios inexistente en mis desgracias. 

Cada oración suplicante en mi voz llena de piedad hacia el abismo de las tinieblas; estremecido sobre el charco que no me humedece; el viento que me trasluce pero no me despierta; oraciones ortodoxas del mediodía y la medianoche; agradecimientos marchitos; las velas de la resignación en las repisas suspendidas de mi melancolía cotidiana ; el desvanecimiento de los objetos con los tormentos de la maquina del tiempo trasladándome alucinado por las etapas desconocidas de lo que yo erase, mi transcurso y lo que vendría . Los delirios de las palabras ondulando la densidad de mis desconciertos, los alrededores en que la naturaleza molecular naufraga con excesiva gravedad en un mundo al cual no obedezco razón, al cual le doy mil vueltas entre imaginarios del cielo y la tierra, rozándome boca abajo, a veces perdido en los laberintos inhóspitos de mi incesante duda y a veces contiguo a la luz incandescente donde se aproximan sórdidamente los insectos.

martes, marzo 11, 2008

Entrevista a PHILIP ROTH, book SALE EL ESPECTRO

"Mi novela es sobre la vida que se escapa"

Sobre Zuckerman: "Es su último libro, vuelve a Nueva York pero no lucha y hasta su deseo es patético"

Philip Roth, que cumplirá 75 años este mes, es uno de los escritores estadounidenses vivos más importantes y eterno candidato al Nobel. Muchos de sus libros tienen como protagonista a su álter ego Nathan Zuckerman, que vuelve a aparecer en su última obra, Sale el espectro recién publicada, y en la que regresa a Nueva York tras muchos años de aislamiento en un pueblecito.
Zuckerman es un escritor que solía vivir en el campo, como Roth, y aquí regresa a Nueva York. ¿Intenta escapar a la vejez, tener fuerzas otra vez?
Este último libro suyo trata, en realidad, de cómo se le escapa la vida. Ya no hay lucha en él. Puede aparecer durante un instante, en un arrebato de virilidad... pero entonces él huye corriendo.
¿Es el fin de Zuckerman?
Sí.
¿Por qué ha querido acabar con su personaje más famoso?
No tenía el deseo de terminar con él. Sucedió sin más. Cuando empecé el libro, no pensé que iba a ser el último. Al principio, lo único que había era la idea de regreso a Nueva York. ¿Conocen la historia de Rip Van Winkle, el cuento de Washington Irving? un hombre que se queda dormido durante veinte años y luego se despierta. Eso es lo que le ocurre a Zuckerman al regresar a la ciudad. Tuve que descubrir lo que él descubriría, lo que vería, cómo sería la gente... Él, que todavía vive en la época de la máquina de escribir, y se encuentra a personas hablando solas por sus móviles.
El trasfondo del libro son las elecciones del 2004. ¿Por qué?
La decepción se sintió con mucha fuerza, fue un momento histórico intenso, que me daba la oportunidad para que todos se comportaran de un modo muy emotivo. Me permitía que la pareja joven tuviera vida y marcar una diferencia fuerte entre Zuckerman y ellos.
¿Se interesa por la política?
Por desgracia, sí. Creo que votaré a Obama. Me interesa que sea negro. La cuestión racial es más importante en este país que la feminista. Su victoria diría algo fantástico sobre este país. Pero rara vez voto por el que al final gana. Si escriben que votaré por Obama, ¡entonces está acabado!
¿Qué quedará de Bush?
Es demasiado horroroso para caer en el olvido. Se escribirá muchísimo sobre él. Ha ido mucho más lejos que Reagan. Ha sido el peor presidente de la historia de Estados Unidos. Lo peor es la guerra, los engaños que la rodearon, su coste en términos económicos y de vidas. Es repugnante, no hay nada igual. Lo siguiente sería la actitud hacia el calentamiento global... Ha causado mucho daño.
La frase "Sale el espectro" es una acotación teatral de Shakespeare.
Aparece en tres obras. La encontré en Macbeth. Fui a ver una representación, por lo que me puse a releerla. Cuando leí la acotación, me deslumbró, no sé por qué. También sale en Hamlet. Y cuando Julio César se aparece a Bruto.
En el libro, un joven escritor intenta escribir una biografía del ya fallecido novelista E. I. Lonoff. Zuckerman no soporta esa idea. ¿También teme usted una biografía?
Tengo un biógrafo. Me ha hecho unas diez entrevistas. No me ha enseñado nada. No quiero ver nada. Temo que se equivoque y temo que acierte.
¿Teme sentirse avergonzado? Zuckerman desea a una chica joven y eso le da vergüenza...
Hoy en día, no tienes prácticamente forma alguna de destruir tu reputación. Tendrías que ponerte a hacer alguna bestialidad en los escaparates de unos grandes almacenes... De todas formas, la joven Jamie es inaccesible para Zuckerman no sólo a causa de su diferencia de edad, sino también por sus dolencias físicas. Zuckerman sabe que su deseo está basado en una imposibilidad.
Pero el patetismo es que, aunque para él todo está acabado, no puede suprimir el deseo. Yo no sabía nada de la vejez, porque no sabes nada hasta que llegas y empiezas a ver los estragos del tiempo, las pérdidas y el sufrimiento. Y se ha convertido en uno de mis temas, aquí, en El animal moribundo, en Elegía...
¿Ahora vive en Nueva York?
Antes pasaba en el campo dos tercios del tiempo, creo que ahora los pasaré aquí. He vivido en el campo desde 1972. En un sitio alejado, muy bonito, silencioso. Me gustaba el modo en que podía escribir estando allá. No tenía ninguna distracción. Ni siquiera compañía. Trabajaba todo el día, y por la noche leía o veía un partido de béisbol. Lo estupendo era que el libro nunca me abandonaba. Si trabajas a diario de esa forma, las páginas se te acumulan.
¿No pensaba que de ese modo se perdía la vida?
Sí, es indudable, sacrificas algo si vives de ese modo. Tal vez por eso ahora he bajado a Nueva York, y he encontrado un apartamento. En realidad, sólo vuelvo al campo si hace buen tiempo. Pero aquí tengo incluso los mismos muebles, el mismo escritorio, la misma silla, el mismo atril... He comprado lo mismo.

domingo, marzo 09, 2008

ALFREDO BRYCE el REINCIDENTE

Profesora chilena revela nuevos casos de supuestos plagios de Bryce Echenique
La investigadora chilena María Soledad de la Cerda, profesora de periodismo de la Universidad del Desarrollo de Santiago, afirmó el pasado 3 de marzo, haber descubierto cinco nuevos casos de presuntos plagios cometidos por el escritor Alfredo Bryce Echenique.
Según explicó Soledad De la Cerda , se trata de artículos copiados a diversos autores y publicados originalmente en medios españoles, como el diario La Vanguardia o la revista Jano, en el diario argentino La Nación y en la revista peruana Quehacer.
La profesora, que dijo haber descubierto 18 de los 27 casos de presunto plagio de los que se acusa a Bryce Echenique hasta el momento, señaló que ella se limita a entregar los resultados de su investigación y aseguró que el escritor peruano "goza de impunidad" ante las acusaciones.
Los nuevos artículos que la profesora denuncia que fueron plagiados por Bryce Echenique son: "La correspondencia entre Pound y Joyce", de la autora Odile Baron Supervielle (La Nación, 7 octubre de 1998) y "La nueva amenaza nuclear" del embajador peruano Oswaldo de Rivero (Quehacer, mayo de 2005).
También "Ségolène, de corazón", del periodista Francesc-Marc Álvaro (La Vanguardia, 20 de noviembre de 2006); "¿Cómo combatir el terrorismo?", de Josep Maria Puigjaner (La Vanguardia, 29 de julio de 2005) y "Cuerpos distorsionados y desfigurados: lo grotesco y lo freak en la cultura actual", del catedrático en cirugía Cristóbal Pera (revista Jano, 2001).
Los artículos escritos por Bryce Echenique en los que supuestamente copió los citados textos anteriores son "La amistad de dos grandes de la literatura", (El Universal de Caracas, 18 de enero de 2003) y "Una amenaza sin fin" (revista Jano, 18 de mayo de 2007).
También "Un latido llamado Ségolène" (revista mexicana Nexos, abril de 2007), "¿Cómo combatir el terrorismo?" (Nexos, diciembre de 2006) y "Lo grotesco y la moda freak" (La Nación, 11 de julio de 2001).
María Soledad de la Cerda considera "especialmente grave" el caso del artículo sobre la ex candidata a la Presidencia francesa, Ségolène Royal, que Bryce Echenique publicó en una revista en abril de 2007 con el título "Un latido llamado Ségolène", puesto que entonces "ya habían sido denunciados otros casos anteriores de plagio".
La profesora explicó que empezó sus investigaciones sobre Bryce Echenique a raíz de la preparación de una clase en la universidad para la asignatura de periodismo de investigación.
"Tratábamos el buen uso del periodismo en Internet y preparé una exposición sobre noticias falsas. El tema de los plagios estaba de moda y me involucré en Bryce Echenique y los desmentidos posteriores sobre los plagios que hace", explicó De la Cerda.
A finales de noviembre pasado el organismo estatal de derechos de autor aquí en el Perú abrió una investigación al escritor por el presunto plagio de seis artículos de diversos autores publicados con su nombre en el diario El Comercio de Lima entre 2006 y 2007.
El año anterior, el escritor también peruano Herbert Morote había denunciado por plagio a Bryce Echenique, al que acusó de reproducir partes de su entonces inédito libro "Pero, ¿tiene el Perú salvación?" en un artículo que Bryce Echenique publicó en El Comercio.
En marzo de 2007, El Comercio publicó un recuadro titulado "La responsabilidad de Bryce Echenique" instándole a "asumir absoluta responsabilidad por las consecuencias de sus actos" por la presunta copia de un artículo de Oswaldo de Rivero, quien se había quejado de plagio.
Después de estallar el escándalo, el diario Peru21 contabilizó un total de 27 casos de supuesto plagio cometidos por Bryce Echenique, la mayoría de ellos en artículos publicados en la revista española Jano, de la que el novelista es colaborador.
El autor de "No me esperen en abril" atribuye esas acusaciones a una campaña de prensa "llena de odio" para embarrar la reputación de los escritores contrarios a Alberto Fujimori, presidente de Perú entre 1990 y 2000.

lunes, marzo 03, 2008

CULTO SEMEJANTE


A lo largo del tiempo el hombre ha coexistido en una naturaleza de incógnitas venerando la imagen de animales como el perro, los felinos, las aves, peces, en fin animales del día y la noche, del aire como del suelo o del mar. Posiblemente le atrajo la curiosidad de sus acciones, sus rituales de convivencia, el cortejo de apareamiento, sus formas graciosas, su belleza extraña, no obstante lo que principalmente llamo su atención fue su misterio existencial.

Vemos en los animales y su ausencia de significado frente a la no articulación del lenguaje de las palabras que a nosotros nos hace extensos, abstractos con juegos indefinidos, vemos en esta herramienta nuestra posibilidad de ser. Los animales no se expresan como nosotros, no emiten estos vocabularios elevados de entendimiento, pero cómo centellean con su palabra ausente, balbuceante, prometedora, ávida de otros horizontes o quizá de otros planos donde estén habitándolos ya.

El humano no puede humanizarse solo, y necesita de los animales para tal proceso. Alberto Caeiro, el maestro principal de Fernando Pessoa, fue un poeta de ficción elaborado por el mismo Pessoa, quien lo anulo de sentimiento y quien se convirtió en prácticamente un abominable: un hombre que no siente. Es decir, Alberto Caeiro era un poeta que contemplaba el mundo con el pensamiento, absolutamente. Con este conocimiento los animales se entienden como la belleza contraria: abordan el mundo con el máximo sentimiento y la intuición. Sienten más con la ingenuidad no reprimida por la razón. Y eso es curiosamente interesante.

En las creencias más pretéritas, en la vida cotidiana, en la poesía, solía aparecer un animal revelándonos algún camino, algunas veces era el significado de la libertad, también del instinto, de los sentimientos corriendo sin el obstáculo de la cultura, sin los prejuicios de sociedades superficiales.

Lo que ignoramos de ellos se termina cuando su mirada colisiona con la nuestra y observamos la cara estática y firme de la naturaleza que realmente somos, sin trascendencia más que la de ella misma, la de vivir y morir con el culto a la vida.