jueves, marzo 20, 2008

SOLILOQUIO DE LA DUDA


He dudado, todo este tiempo estuve dudando de cuanta persona que no me percataba , espejo donde no me miraba, sombra que no tenía, palabras que no eran oídas, credo que no me aliviaba, dios inexistente en mis desgracias. 

Cada oración suplicante en mi voz llena de piedad hacia el abismo de las tinieblas; estremecido sobre el charco que no me humedece; el viento que me trasluce pero no me despierta; oraciones ortodoxas del mediodía y la medianoche; agradecimientos marchitos; las velas de la resignación en las repisas suspendidas de mi melancolía cotidiana ; el desvanecimiento de los objetos con los tormentos de la maquina del tiempo trasladándome alucinado por las etapas desconocidas de lo que yo erase, mi transcurso y lo que vendría . Los delirios de las palabras ondulando la densidad de mis desconciertos, los alrededores en que la naturaleza molecular naufraga con excesiva gravedad en un mundo al cual no obedezco razón, al cual le doy mil vueltas entre imaginarios del cielo y la tierra, rozándome boca abajo, a veces perdido en los laberintos inhóspitos de mi incesante duda y a veces contiguo a la luz incandescente donde se aproximan sórdidamente los insectos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tus escritos son tan estéticos, no me canso de releerlos, te felicito.

Gracias por saciar la sed de algunos.

Saluditos