sábado, febrero 25, 2017

ESCEPTICISMO

La gota que derramó el vaso.
El estupor de la gente.
El mea culpa en vivo y acústico (la sensibilización subliminal del individuo)
El error por el delito y el delito por la pendejada.
Los inválidos, el humilde paradigma popular.
Los inválidos que trafican con la invalidez.
El poder envilecido como pandemia de cualquier creencia, religión, raza, sexo, condición, etc.
El hombre —desde su actividad insignificante— voluble eterno a la CORRUPCIÓN:

Corrupción, obscenidad, acumulación, POLÍTICA (ciencia popular de siete esquinas), avaricia, cinismo, mentira, mentira, artimaña, pantalla, hipocresía, descaro, viveza criolla, negociador, patriarca y futuro gánster del monopolio y el abuso por encima de la ley y la decencia.

Chantaje tras la coima.
El favor y el proveedor, hijos del mismo cordero.
Gitanos inmunes a leerse entre ellos las manos.
El culpable, los culpables del entramado y el método apetecible del porcentaje.
Escepticismo antes, ahora y por lo que resta.
Donaciones con rostro y damnificados sin rostro.
Escepticismo, escepticismo, pura demagogia, conciencia torcida, dinero y la irremediable explotación del hombre por el hombre, y el acostumbrado lucro del burócrata a costa del Estado.

viernes, febrero 24, 2017

OPOSICIÓN

Esta vez no llegué al mar,
mis fuerzas no alcanzaron
mi aliento se quedó en la carretera.
El destino me sigue jugando malas pasadas.
Quise correr en medio de los peligros y ganar una salida
pero ya no es lo mismo,
lo pienso y se diluye en bocanadas,
hay alguien que descansa en mi brazo, y eso me contiene a...
Sueño despierto —la ira me motiva a reconsiderar más resistencia—,
me enfurece mirar ese gran trayecto atravesandolo todo, 
me enfurece ver cómo se apagan las luces y alrededor se hace anónimo
causando efectos de resignación;
mientras yo sigo inmutable, con la mirada fija en la primera señal, soportando el pesar, y el contrareloj.
Aún no pierdo la esperanza,
siento voracidad por lograrlo,
mi voluntad no acepta más este laberinto de obligaciones y este naufragio de quietud; 
las negativas son espejos, lo percibo en cualquier lugar. 
Rostros, miradas, mensajes, gente y más gente irreconocible, indeseable;
necesito gritar, maldecir y romper el muro con la misma mano frágil que de niño se desengraba;
el mundo debe oír mis discrepancias
el cielo debe sentir mi rebelión,
¡que se despeje todo, ahora mismo!
melancolía, frustración, mezquindad...
esta vez llegaré al otro lado del mar.

jueves, febrero 23, 2017

LOS RÍOS CONGELADOS

Un aluvión que duró doce días y once noches desbarató todos los esfuerzos de medio siglo,
nos queda llorar en el agua que corre,
nos queda un territorio arrasado, expuesto a empezar otra vez,
soñar un nacimiento lúcido 
con los conocimientos en los primeros pasos;
nos queda el Hombre [a imagen y semejanza] y su gran capacidad 
de mirar atrás y volver despierto,
tanteando con luz y sombra, la reinvención perfecta.

martes, febrero 07, 2017

FLASHBACK

Hace tiempo cuando el mundo era pequeño, tenía aventuras a diario, amigos indistintos a quien recurrir y compartir, lugares en dónde refugiarme de la compleja situación de ser humano, era importante en mis hechos, lucía felicidad desprendida, espontaneidad sobresaliente en medio de mi mala fortuna y mis vergüenzas habituales, era aún más optimista con dos Soles en el bolsillo; lo tenía todo, un lugarcito para sufrir y crear, para pensar e idear en silencio un mundo subjetivo que iba a ninguna parte, una vida entre láminas literales de autores foráneos que narraban densidad y apertura a horizontes desconocidos, mi vida estaba en trance literario, todo lo que necesita era quedarme allí, leyendo un libro y escribir lo que me venga a la mente como producto del estímulo lector y mi experiencia de vida. El tiempo era amplio, las discusiones de cualquier tema no cesaban, había gente que me esperaba para expresarle mi opinión y puntos de vista, caminaba mucho y pensaba en hacerme invisible diluyéndome en la sombra que desaparece con el atardecer, para luego hacerme visible en una forma cualquiera desde las sombras nocturnas, siempre manteniendo la conciencia y sobre todo la ecuanimidad para emitir juicio y vivir solo a costa mío, en un apartado de espera, asimilando el destino, no renegando del que goza de fortuna, sin desquitarme para sentirme bien. 
Extraño ese espacio sencillo de conjeturas en un rincón de la habitación, extraño el sol en las gradas, las caminatas infinitas como asumiendo una reiterada maldición que solo provocaba en mí, rebeldía para seguir a pesar de todo.