viernes, junio 11, 2010

RAZÓN INFINITA



Temo sentirme bien
de varias maneras
cuando quiero sentirme pésimo de un solo modo,
el que parece decidido a resolver los inconvenientes cerrados
y las situaciones opuestas.

De nada me confío
los tiempos van admitiendo su realidad
y las virtudes como la calidad moral
son solo palabras escritas o trasmitidas a través de los medios;
la acción expresada en voluntades de servicio
no son parte del conocimiento
es un proceso de hechos propios.

Cada persona
intensificada por su vida
hecha de muchas cosas y creadora de bastantes situaciones
me obliga a la expectativa de los sentimientos
al riesgo de perder la gracia civil
en el desequilibrio de la contramarcha
quizá al desvío del enigma cálido
cuando se trata de existir con emoción
confundiendo a la estética de entallarse
con ese plan liberal de las soluciones a corto plazo.

Nada descansa,
ni la muerte pútrida pierde sentido
porque nos mueve hacia el lugar de los lamentos
para vivir un poco más de los episodios
que ahora resultan imaginarios,
y a las cosas desfragmentadas con nuestras experiencias.

Siento no cumplir aunque lo siga haciendo
en medio de los nervios que me causa la continuidad,
he puesto el infinito por razón
para salvar el abismo que puedo entender por otros
y a los errores junto a la disciplina
cuando siento nobles aspiraciones de pie alrededor del mundo.

1 comentario:

BENHUMEA dijo...

Me encanto el principio... y que razon tienes¡¡¡, esos tres primeros renglones me dejaron conectada a esta poesia ¡¡¡¡ bella¡¡

Saludos Paolo.

Un beso. Te leo.