viernes, junio 07, 2013

AUSENCIA DE VIDA


¿Y dónde se encuentran todos?

El centralismo en el encantamiento urbano está atomizando la carga esencial sobre el mismo eje cotidiano reiterado en millones de flujos que se articulan.
Las grandes novedades que buscamos son anécdota transitoria. Esa historia no cuenta, es un paso enseguida hacia la insensibilidad de no tomar en consideración las páginas que piden auxilio, las personas separadas por un desconocimiento irracional, las historias corrientes que marcan el sustrato de la experiencia cuando los objetos se deterioran como la voluntad erosionada por afluencias etéreas.
Las hojas siguen redactándose solas por el impulso mecánico de esa desidia que se prolonga en simultaneo, como esos muchos que se han olvidado de vivir, y que encaminan su desperdicio mediante espejismos improductivos, donde el tiempo no figura como una pieza de advertencia, sino está encubierto, porque sin darse cuenta, mañana, en pleno clima incierto del devenir, posiblemente sea muy tarde para entender, que nos hemos consumido en la metafísica multitudinaria del siglo XXI.


El párrafo gótico lo rememora de la forma que sigue en ésta secuencia:

Fíjate como el viento fluctúa en ese pequeño bosque de eucaliptos,
es evidente que insinúa las cavidades para un escondite,
pero no hay nadie para adentrarse.
Por eso lo he intentado varias veces
traspasando las aventuras de los años de inocencia
mientras los arboles envejecían
y la hierba se hacía dócil hasta desentrañar
el horror de solapados deseos malditos de reivindicación
porque la ausencia me dejó extraviado en medio de esa vida.

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