viernes, diciembre 18, 2009

COMUNIDAD



El ritmo que suele ser invariable
prolifera los espacios dedicados al vicio anticuado,
el lugar que se adormece.
Gestos vulgares que reemplazan una loable bienvenida,
las palabras aberrantes.
Dios se apaga,
y se gestionan intermediarios
que se hacen pasar por misioneros del juego.

La tranquilidad se hace tensa
mientras el intercambio de la superficie aparenta el esfuerzo conmovedor.
Oculta es la saturación del asco
y los roles clasificados en el vacío del derecho,
los comparten corbatas vitalicias y roedores sofisticados.

La innovación aplasta
y en medio de las confusiones rítmicas y los atropellos lingüísticos,
el artificio de la adoración evidencia desperfectos ante los inútiles asombrados,
conjeturan anarquía;
en tanto la historia se distorsiona con el paso de la ignorancia,
y los rezagos de reformadores convencidos
Inventan la pólvora
digitalizan su carreta
y sacan una liebre del sombrero empolvado.


1 comentario:

Fran dijo...

Paolo, una majestuosa visión de mis tiempos, (de nuestros países?).

Cómo, pero cómo me gustan tus palabras, y la música...

Beso enorme!!

Francesca