Tu secreto es que tienes muchos secretos. Tu apariencia es que tienes muchas apariencias. Tus sensaciones suceden cuando nada gira. Tú alrededor no se mueve. Tú mismo eres ninguno. Ahora no es todo el tiempo. Y ellos no son lo que parecen. Puedes acaso reflexionar en quién da más vueltas, ¿el reloj o el relojero?
Saliste para ver y encontraste oscuridad.
Te encerraste para dormir y tus ojos vislumbraron
una extraña luz sesgada.
Cuento infinito y valoración del vacío.
Polución;
otra vez el reflejo lúcido de quien pudo haber sido cuando nada existía al
principio. Incógnita para sonreír.
Excelso;
ir y desaparecer para alejarse con cuidado. Pretensión con números y
alternativas discretas.
Había en un lugar muchas razones para edificar
poder y te vencieron los sentimientos.
Había en un lugar muchas razones para consolidar
tu arte, pero vendiste tu talento por cuatro monedas solubles.
Caminos que recrearon los impulsos pensantes y
coordenadas en la visión cósmica por conocer tu creador.
Le perteneces, le pertenezco, pertenecemos. Una
odisea para regresar en la ida y sortear la sombra equidistante.
Apago la luz y restan siluetas, alguien se mueve
cuando la nulidad genera textura.
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