miércoles, diciembre 12, 2007

GABINETE DE ADVIENTO



Aquí completamente disminuido
colmado de afonía,
con los manteles impregnados de penumbra
aguardo sin sano juicio la tónica perturbadora
De los elementos electrónicos.
Cuento indefinidamente el cero
Con las manos torcidas
De tanto simular una brujería de sombras,
De tanto pecar sin haber conocido el preciso motivo,
De sellar con significativos gestos
La casa metida entre la bendición y el infierno.

¿A que le temo?
Como si algo se moviera
En un radio en torno a mí
¿A que le temo?
Si el lóbrego es la paranoia de mi cerebro
La glacial atmósfera los escalofríos de mi enfermedad crónica
¿A que le temo?
Si esta es la negación de la luz y nada más.

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