lunes, julio 18, 2022

FLORECE ANARQUÍA EN UN HUERTO


Las palabras más bellas
son de pronto una sombra de imposición, 
florecen alrededor de anarquía
atraviesan las buenas intenciones, 
en un error,
al tropiezo,
en algo atroz irremediable,
con una mano ruin
emergiendo de la oscuridad
para someter 
y hacer de la miseria una obra de admiración,
con tardes nostálgicas de bellos discursos
para el alimento del alma en agonía
para la muerte prematura y taciturna
de los ingenuos renuentes
de los ilusionados convencidos 
que muy pronto arrastrarán 
a los que se negaron 
con un ¡alto!, el ¡nunca jamás!, el armisticio...

INTERLUDIO: UNA TUERCA EN LA OSCURIDAD

Algo muy simple (como el gusano en un laberinto de tierra) me tiene ensimismado, si pudiera salir de esta situación, patear el tablero, dejar todo lo que me come el cerebro con solo abrir la puerta o girar la llave, si pudiera recapacitar cuando mi voluntad esta a un tiro de gracia, si lo pudiera hacer, redescubrir las emociones desde un nuevo comienzo, el rehacer que parte en uno, dejarlo todo atrás y empezar el conteo instantáneo, sacudir los pensamientos, despejar los sueños e inyectarme voluntad para intentarlo las veces que me reste fuerzas en el alma.

Palabras disueltas al azar, desenredarse por tres y luego romperse la cabeza en consecuencias letales, a la largo plazo, como hoy, como ayer, rutina excediendo el equilibrio de mediocridad y promesas.
Deambular para encontrar en la calle, en un tacho de basura junto a las sombras que cubren errores, daños, vicios, herencia, desorden crónico en decadencia, hallar una razón más para levantarse y reinventar mi mundo que se desbarata, se consume, que se paga ante mi mirada apacible y el sosiego de quien todavía lo sigue intentando a escondidas.

INMENSO e INVISIBLE

Una parte insignificante 
comienza a girar,
¡asombroso!
no hace sino desplazarse, apenas,
en centésimas más
en milésimas menos
para la satisfacción multitudinaria.
Todos contemplan absortos
el espectáculo increíble,
un drama minucioso e impresionante a la vez,
en instantes quizá de algarabía o, por el contrario, de tragedia.
La felicidad absoluta para quien se complace
y el llanto inconsolable para el cabizbajo;
por un lado, resplandor
desde otro
emociones instantáneas
anonimato de expresiones ensombrecidas
por cómo lo ven
por cómo lo sienten,
desde lo que son hasta este momento.

¡Algo se mueve!
los ojos no pueden dar crédito de tal hecho,
es tan inmenso como lo podamos creer
y tan invisible como jamás haberlo conocido.
Tic tac, tic tac,
un destello
un aliento sórdido
una pequeña sombra diluida a la primera puesta de sol,
todo en un segundo
que puede no significar nada
o también puede ser la existencia.