viernes, marzo 20, 2009

SEGMENTO 24

Se vuelve pesado todo 
al día lo sostiene la expectativa de la noche. 
Los cuerpos moribundos dejan notarse precarios 
muestran sus dificultades, 
silencios continuos formando desiertos personales.

lunes, marzo 09, 2009

TRÁNSITOS IMBORRABLES


Cuando sus abrazos se habían perdido en un día sin memoria
volvieron a aparecer impetuosos a la luz de un día en registro,
de entre calles despejadas y sonidos domésticos
con cielos abiertos de esperanzas visibles
por huertos tendidos a la sombra de cercanos centinelas
entre la proliferación del bien como montaje por gravedad
y la nulidad del error como efecto del desencanto.
Con la aparente dificultad en retirada
-otrora intruso antagónico-
y todo el mundo, secundario al interés que nos podía estar inquietando
nos abrazábamos cuando el sol implacable de la tarde se agotaba de irradiar
y la vida era generosa,
pensaba que podíamos ver nuestras propias escenas fraternales
mientras duraban esos abrazos de nuestra creación,
saltar desde lo hondo
hasta el universo de nuestros cuerpos limpios en el amanecer diario de la felicidad.
Ese tiempo, se encargaba de hacer el diseño
en el cual los momentos se fortalecen en recuerdos
y las mejores nostalgias de bienvenida,
el flagelo sublime de que sea así para siempre.

viernes, marzo 06, 2009

EL HOMBRE BICENTENARIO : EDGAR ALLAN POE


Por todas partes se lee que este es el año de Charles Darwin, aquel naturalista inglés que fijara para siempre nuestro destino en la creencia de la evolución y la selección natural de las especies. Hace unas semanas atras se cumplió el bicentenario de su nacimiento, y como si queriendo llegar hasta sus inmortales oídos, han resonado por periódicos, museos y conferencias las fanfarrias a su gloria. Para el fin de este 2009, las bibliotecas universales habrán engordado de al menos doce libros sobre este monumental científico.

Sin embargo, tanto primer plano para el padre de la biología moderna, ha dejado muy poco espacio para recordar y también vanagloriar a su contemporáneo y padre del cuento detectivesco, Edgar Allan Poe. Poe y Darwin ambos nacieron en 1809, con menos de un mes entre sus llantos de entrada al que para ambos se convirtiera en un mundo de supervivencia para los más fuertes. Pero mientras la fiesta de Darwin dura todo el año en todo el mundo, la de Poe parece concentrarse en el estado de Virginia en EEUU.

La realidad aunque amarga para algunos es que Edgar Allan Poe fue el primer escritor norteamericano en obtener estatus universal gracias en parte a las tempranas traducciones de su obra que hiciera el poeta francés Charles Baudelaire a mediados del siglo diecinueve. Desde entonces, ha rebotado sobre su paraguas de poemas y macabros cuentos, la inspiración de escritores, músicos y filósofos. Poe ha cambiado para siempre el curso de la psicología del cuento. Más de doce películas han sido filmadas sobre “La caída de la casa de Usher” y tanto Jorge Luis Borges como Cortázar tuvieron en el escritor norteamericano un mentor para sus cuentos detectivescos.

Las razones para el establecimiento de Poe como hilo conductor de tanto arte universal son tan sombrías como los fantasmas que rondan sus historias. Este romántico por omisión nunca demostró gran poder de caracterización o narrativa; más bien un profundo entendimiento de nuestra temerosa psiquis humana y nuestra mortalidad. Según Poe, no es por nada que le tenemos miedo a la oscuridad. Es por esa exploración de la debilidad del ser que doscientos años después de su muerte, Poe sigue perturbando el sueño de jóvenes que leen “William Wilson” o “El pozo y el péndulo”, y definiendo nuestras mentes según el terreno de ansiedad que atraviesan. Doscientos años después de su muerte, su obra aún viaja entre las alas de la evolución darwiniana, y hasta nuevo aviso sobrevive la selección natural de las especies literarias (aunque Darwin tenga más invitados en su fiesta).