martes, septiembre 05, 2023

EN FRENTE DE QUiEN DEJÓ DE EXiSTiR


No necesito comprender,
un día mi corazón palpita tan intenso
que puedo oírlo como si se tratara de una nueva vida,
en cualquier otra circunstancia el silencio me inunda
no siento ni la mínima expresión,
el tiempo se asemeja a un susurro
luce tan indiferente todo lo que se hace,
y tampoco importa,
sin darse cuenta
amanecer, mediodía, anochecer
un mundo posible en un solo tirón
todo el análisis, la estructura mental
páginas y páginas de bibliografía
nuestra historia de miles de años
en una mirada sin trasfondo, 
cabizbajo junto a la ventana del último transporte
rendidos al borde del colapso
acabados al fin, 
doblegados en tan solo segundos
después de interminables jornadas por unas cuantas monedas.

Hoy también tengo un rostro desapercibido
me ato una venda a los ojos para no ver,
camino en una línea imaginaria
si es tangible, tiene sentido común;
hago un conteo por cada acción
la exactitud es mi fe a seguir,
suponer solo prolonga confusiones
hacia un laberinto sin escape.
Parpadeo de desaliento
el hambre devora mis ideas
algo me dice, detente y vuelve en tus pisadas,
nada cambiará, ayer es como hoy,
soporta el dolor como todos lo hacen…,
me convenzo a sangre fría.
La timidez avanza como materia oscura
ya no es posible mirarnos a los ojos,
pero creo que todavía somos iguales
nadie puede permitirse decir hasta aquí,
es un absurdo
prohibido emocionarse, control maestro,
me siento satisfecho
lo estoy haciendo bien,
el horario se cumple 
la cabeza descansa hundida en la almohada, 
el vacío no permite filosofar,
divago como recreo
lo hago sin pensamientos sonoros
mi organismo digiere con total naturalidad
esa palabrería 
de querer y también poder.

No quisiera encerrarme en mi habitación
y desentenderme 
a como transcurren los días;
no intento siquiera pestañear,
evito cualquier movimiento,
el más insignificante error me impacienta
se agudiza esto de mencionar verdades
sin meditar lo que causará,
si el vaso se rebalsa
y pateo un objeto contundente 
me sentiré en apatía
para decir lo siento,
mis intenciones tienen un color apacible
solo que a veces no me puedo contener,
una chispa se enciende 
el viento arremolina y me deja a la idiosincrasia
recuerdo en otro plano
una vida intermitente que se va, se aleja,
tiende sus hilos y me hace repetir,
escribo por las intenciones de quien ya no existe
decaigo en un espiral 
la enfermedad vuelve atentar mi espíritu
se interrumpe seguir, 
mis pretensiones discurren
piso en falso, arenas movedizas
lo dejo apenas empezar,
no tengo motivos, menos ilusiones
no hay brillo en cada ficción
algo se desbarata en alguna parte
y nada puedo hacer
es irremediable
intento salirme del curso
pero hay imágenes en mi cabeza
que ya no tienen forma
son ecos, nada más,
falsas exclamaciones
fantasmas perturbadores que jugaban a serlo
cuando yo podía percibir alucinado
un mundo de persecuciones y posibilidades,
de sombras que a la luz de la evidencia
podían un día hacerse realidad,
imágenes que ahora son insensatas y ridículas,
el tiempo se ha encargado de quitarme lo innecesario
y dejarme expuesto a la intemperie.