martes, enero 31, 2023

AUTOINFLiGiRSE

Nada funciona de la forma correcta,
algo se va quebrando del todo
y finalmente una mañana: ausencia y desolación.
Tengo mil cosas contenidas
sin embargo, he olvidado como expresarlas,
paradero desconocido,
quién sabe de esto que alguna vez sentí
de los retazos de papel que volaron a un basurero,
una buena intención, 
sin comentarios hostiles,
obras de bien, 
risas de fotografía
y literatura de colores
diluyéndose pronto con dichos sórdidos 
y confesiones impulsivas.
Unos segundos reemplazan toda una vida.

Cada momento es para autoinfligirse más dolor.
No quisiera recordar más,
No obstante,
es inevitable abrir los ojos
y sentir luces de ayer en contraste,
pulverizando pretensiones vistas en una cinta por revelar.
Cada sentimiento se antepone a otro
y es cada vez más pesado,
cruel,
perverso.
Se esclarece lo que no podía entender,
la cotidianidad de mi estupidez en forma cruda,
cada acto sobresaliente me socava,
una muestra es más patética que la anterior,
el absoluto se reduce a un espejismo,
un camino equivocado
una doble memoria, 
todo lo anterior hasta este punto no ha servido de nada,
abrir los ojos con el dolor sentido,
autoinfligirse,
me quita las ganas de vivir
me hace deambular en la nada existencial
en el peligro de atentar contra mí, 
dejarme indefenso como lo he imaginado siempre
y reducirme a escombros…

Mi voluntad se parte en dos
estoy con los brazos caídos
e inundado en un mar de lamentaciones,
mi cuerpo simplemente quiere dejarse morir
no deseo aire ni motivos suficientes
lo que veo de mí a cada instante es un vestigio
que se pierde a cada pisada,
todos los intentos son como el desperdicio 
que una persona acumula para nadie,
sin razón en un mundo multitudinario,
solo queda esconderse más
 entrelodesconocido por lo restante a vivir
y retirarse cuando ya poco vale la pena.

Es necesario voltear la página
de la forma que alguna vez soñé,
de una manera insular, lejano, 
con la mirada en el futuro 
conforme las horas del día vuelven a aclarar la tierra,
con el pasar de miradas extrañas, 
hasta olvidar autoinfligirse.

domingo, enero 29, 2023

SUBSISTIR en PROLONGADO DETERIORO


Las miradas perdidas, instantáneas,
las promesas impulsivas, de emotividad,
una historia breve con piezas simples,
chispazo en el tiempo restante
confinamiento al horario de actuación;
ridícula forma de existir,
alguna vez trascendental.
Siento otra vez la proximidad de la estación 
que nos desafía a hallar el sentido.

El fuego se extingue,
nadie más ha quedado frente a mí,
colecciones micronésimas me complementan ahora,
el gran legado universal, hecho de polvillo cósmico.
Algunos todavía viven en un túnel in memoriam,
resonando, rehuyendo de roles psíquicos
en contrasentido para ganar un nombre
a pesar del flujo indómito
que absorbe y desintegra
e impregna de alucinaciones;
creer de sí mismos
la locura permanente,
una imagen abstraída en un completo absurdo.

Las palabras se marchitan
como un arreglo floral sin agua fresca.
Nunca fue posible una sintaxis coherente,
edificar en medio del espacio
algo poderoso para después contenerme
y pensar
el significado de obtener la atención del mundo
y al momento siguiente
desaparecer, caer sin remedio.
Subsistencia a corto plazo
imaginación en prolongado deterioro.

jueves, enero 26, 2023

IMPERECEDERO


El tiempo transcurrido es suficiente,
no soy el mismo,
digo esto ante un espejo en la penumbra.
Lo pienso tanto y, sin embargo,
sigo reflejándome ante cualquier objeto
mis deducciones brotan por mis poros,
mi semblante se adormece
en años viéndome pasar
es degenerativo y dicta lo que debo hacer
lo que debo decir
me contiene una vez más
tengo rasgos únicos, lo creo, me duermo y lo olvido…
¿Qué fue hace un instante?
¿Qué fue ayer?
¿Estaré ahondando en esto que no dejaré de ser?
Imperecedero, 
más viento en oposición
por más ideas espontáneas,
por más intento de quebrantar el ir y venir de dos coordenadas
y me plantee empezar otra vez
una salida a mi perjuicio antes de declinar mortecino,
por más intento falible para ser único,
tarde o temprano me doblegaré ante los convencionalismos
y grite, corra y huya o trate de revestir todo lo que sienta 
para aparentar ileso,
por más recuerdos entrañables que sigan helándome la respiración
y prolongando silencio para desmejorar mis latidos,
seguiré imperecedero
con el destino escrito de la misma forma
y en la medida que me corresponde,
ni más ni menos en el momento y lugar predecible
cuando el sol vuelva a ponerse y la ciudad todopoderosa
espere a por mí
y me eche andar a contracorriente
en una suma de querer soluciones en un mismo día
y reduzca a cenizas mis ilusiones más felices,
 los anhelos más imposibles,
los afectos más invaluables,
que un solo hecho impropio
insubordinado, 
pueda revertir, 
el régimen imperecedero que todo lo adormece
y deja tal y como está 
la noche anterior,
el día después de mañana,
la cama tendida,
el cuerpo sediento,
el sosiego en el sillón cuando la iluminación es sepia
y no pueda más que rendirme,
ante los ojos de la vida
y de esta historia mía
escrita antes de completar mi invisibilidad 
sabiendo que nadie más me apreciará o despreciará 
para ese horario de cronometro
péndulo o gotera,
trémulo al apagarse las luces
al buscar un nuevo deseo por vivir
un miserable motivo como una chispa
involuntaria o provocada;
una pequeña ventana en la litera
 para descubrir, si esto que verdaderamente siento
seguirá siendo imperecedero.