lunes, noviembre 14, 2022

CADA COSA ANTERIOR fue un ACTO de DEBILIDAD


Estoy exhausto
la intensidad luminosa es tenue,
creo haber escuchado sonidos de persecución, 
unos disparos, 
lectura de un epitafio,
el rasgueo itinerante de una guitarra
luego, no sé, 
todo es definitivamente difuso
pierdo todo acto consciente,
los libros se cierran solos
y caen a un abismo infinito.

 A veces prefiero ir a contracorriente
y soplar con el ímpetu del primer día,
sin embargo, seré ambigüo otra vez.
Se me ocurre hablar de empatía
hechos anteriores en contraste con los de hoy,
un espejo que atraviesa la duplicidad,
dramas estúpidos y la decencia para fingir.
No me dejaré alcanzar por expectativas
que atentarán contra mí 
con sus anzuelos de mimbre;
cada noche duermo tan mal
ni siquiera soy el protagonista
en los absurdos rompecabezas de mis sueños.
Abrir los ojos, 
despertar cuando se está despierto,
con las manos congeladas, 
al desnudo
sin reconocerme apenas 
como el desconocido
que vive oculto dentro en mí;
volteo hacia atrás, 
la ciudad se derrumba, 
me he convertido en alguien patético,
no sé si correr o esconderme;
de pronto me hago niño,
estoy llorando desconsolamente
mi padre abre una puerta y se aleja,
afuera llueve y yo temo morir ahogado,
es el final de mis días...
Decir lo que se piensa 
es como basura incinerandose al instante,
no dar el primer golpe,
alguien te mira por la ventana -lo sabes-
y en esa precisión del tiempo
pierdo el equilibro y caigo
un paso atrás, vulnerable,
un dolor profundo y en el alma,
todavía no me puedo recomponer...,
veo el transitar de automóviles,
rostros de satisfacción
ideas realizadas en una barricada más alta
para ocultarme y maldecir
¡qué mierda hice mal!

La luz es nociva, 
me hace inerme
cualquier sonido es perturbador,
y se acentúa en el hemisferio lúgubre,
es la voz parental de quien dejó de existir.
Lanzaré una piedra al río,
cualquiera lo hace;
¡¿Nadie pretende responder?¡,
el enigma es inmensamente oscuro
esperaré a que la puerta se abra 
y un grito me devuelva las ganas de vivir,
estoy sumergido en incertidumbre
puedo enfrentar lo que sea,
una razón descomunal se abre paso
me quedaré inmutable en el centro de la multitud
haciendo lo mejor posible
reconstruir un hecho pasado,
cada cosa anterior como acto de debilidad.

lunes, julio 18, 2022

FLORECE ANARQUÍA EN UN HUERTO


Las palabras más bellas
son de pronto una sombra de imposición, 
florecen alrededor de anarquía
atraviesan las buenas intenciones, 
en un error,
al tropiezo,
en algo atroz irremediable,
con una mano ruin
emergiendo de la oscuridad
para someter 
y hacer de la miseria una obra de admiración,
con tardes nostálgicas de bellos discursos
para el alimento del alma en agonía
para la muerte prematura y taciturna
de los ingenuos renuentes
de los ilusionados convencidos 
que muy pronto arrastrarán 
a los que se negaron 
con un ¡alto!, el ¡nunca jamás!, el armisticio...

INTERLUDIO: UNA TUERCA EN LA OSCURIDAD

Algo muy simple (como el gusano en un laberinto de tierra) me tiene ensimismado, si pudiera salir de esta situación, patear el tablero, dejar todo lo que me come el cerebro con solo abrir la puerta o girar la llave, si pudiera recapacitar cuando mi voluntad esta a un tiro de gracia, si lo pudiera hacer, redescubrir las emociones desde un nuevo comienzo, el rehacer que parte en uno, dejarlo todo atrás y empezar el conteo instantáneo, sacudir los pensamientos, despejar los sueños e inyectarme voluntad para intentarlo las veces que me reste fuerzas en el alma.

Palabras disueltas al azar, desenredarse por tres y luego romperse la cabeza en consecuencias letales, a la largo plazo, como hoy, como ayer, rutina excediendo el equilibrio de mediocridad y promesas.
Deambular para encontrar en la calle, en un tacho de basura junto a las sombras que cubren errores, daños, vicios, herencia, desorden crónico en decadencia, hallar una razón más para levantarse y reinventar mi mundo que se desbarata, se consume, que se paga ante mi mirada apacible y el sosiego de quien todavía lo sigue intentando a escondidas.

INMENSO e INVISIBLE

Una parte insignificante 
comienza a girar,
¡asombroso!
no hace sino desplazarse, apenas,
en centésimas más
en milésimas menos
para la satisfacción multitudinaria.
Todos contemplan absortos
el espectáculo increíble,
un drama minucioso e impresionante a la vez,
en instantes quizá de algarabía o, por el contrario, de tragedia.
La felicidad absoluta para quien se complace
y el llanto inconsolable para el cabizbajo;
por un lado, resplandor
desde otro
emociones instantáneas
anonimato de expresiones ensombrecidas
por cómo lo ven
por cómo lo sienten,
desde lo que son hasta este momento.

¡Algo se mueve!
los ojos no pueden dar crédito de tal hecho,
es tan inmenso como lo podamos creer
y tan invisible como jamás haberlo conocido.
Tic tac, tic tac,
un destello
un aliento sórdido
una pequeña sombra diluida a la primera puesta de sol,
todo en un segundo
que puede no significar nada
o también puede ser la existencia.