jueves, octubre 27, 2011

PARADOJA


Cuando recibí en medio de la ingenuidad
distinciones y congratulaciones por los méritos
comprobados en acciones de ejercicio humanitario,
que demostraban la didáctica empírica
en la aplicación de inteligencia emocional,
murmuraba contradiciendo cada comentario
por la sorpresa que me producía recibir ese caudal de júbilo,
mientras los desentendidos comulgaban por sentido común
la emoción extraña que causaba la diferencia de esos títulos incomprendidos.

No habían sido más que efectos preliminares
motivados por la instrucción de un autoritarismo axiomático,
que me apartaba de las distracciones de debilidad
y los ordinarios fracasos que podían hundirme en el desquicio ansioso;
por eso me divertía explorar en el tiempo
la dinámica de exactitud que trascendía para cada elemento,
según su proporción con referencia a la unidad del hombre;
examinaba cada juego y me apasionaba con la competencia,
por eso contemplaba anhelando desde la rustica incomodidad,
las buenas condiciones para un oficio que tenían otros,
los cuales sin embargo me parecían
vulnerables al sentido ocurrente de cualquier análisis.

Comenzaba a imaginar cómo sería después,
cuando la madurez me llegue a alcanzar
y esta fortaleza de inteligencia que poseo,
se entrelace a mi voluntad inquebrantable
para persistir en la rebelión ante el blanco y el negro tradicional,
y a las represiones de este entorno que se acumula de tautologías
y es inflexible en los términos de razonamiento,
aún cuando en los reflejos proyectados de realidad
quede únicamente para contradecir y resistirme
al destino que desde mis manos trato de desvanecer.

No quiero mencionar porque he dejado de creer
en esa esperanza que ahora casi me hace andar a ciegas
buscando los indicios de alegrías y triunfos que llegaron a
reemplazar los temas de precariedad en la simpleza
de un hogar ensombrecido por tribulaciones
y dificultades de intimidad.

Ha sido constante naufragar en la dubitación
sin el apoyo oportuno
ni el interés siquiera fraterno de alguien
para llevar adelante mi progreso intelectual,
por eso esta sensación permanente de estar fuera de lugar
adormeciéndome de obligaciones que no deseo,
porque aunque parezca intoxicarme de bullicio y desilusión
pienso en todo aquello que todavía no alcanzó conformismo,
como el esfuerzo exagerado que me ha tocado resolver
en mi propia persona.

miércoles, octubre 26, 2011

PORQUÉ VUELVES POR AQUÍ


V
Me ha parecido que no tuviera razón
el significado de andar solo a contracorriente,
retomando el dramatismo que me dirige al camino esparcido de hojarasca;
ya en invierno padecí enclaustrado la decadente soledad
por la enfermedad que me produce la nostalgia al aire libre.

I
Si nada encontraré,
¿Por qué sigo insistiendo en provocar la causalidad?,
que me haga esclarecer las emociones
suspendidas en la oculta negación
de los días miserables que me sometieron al sufrimiento.

III
Nada se ha hecho incandescente todavía,
ni la balada siniestra que me ensordecía de tumulto,
ni una sola pieza de los desconocidos
compuesta de simetrías y delirios de persecución
dispuestos a corregir sobre la inexperiencia
para que sea algo más relevante ante los ojos
que me vieron equivocarme y entorpecer
las  dedicaciones románticas
y las intenciones de melancolía que trate de representar
con argumentos de entera humildad.

II
De que me ha servido
recordar en los cojines helados de la habitación sin salida
la posibilidad de iluminar alguna esperanza que jamás llegó.

IV
Esos días enfrentados a la incertidumbre
derrotándome de miedo,
porque no podía aceptar la realidad de ser otro  - el que sería transparente- ,
desistiendo de los detalles que producía en la burbuja
las manías de introspección
y soliloquios intensos, con la consigna
de no ceder hacia el pragmatismo,
esa armonía de no callar cuando todo se había hecho absurdo
después de medianoche
y antes de padecer los síntomas de sabiduría.

sábado, octubre 22, 2011

LOGARITMO


Es implícito que la conciencia se haya tomado de una sola muestra.
Cuando el flujo de actividad cotidiana decae en niveles que afectan cualquier economía, hay una sensación de fragilidad debilitándonos en un sosiego nebuloso el compromiso de ir y venir con la intensidad de crear ese ritmo obligatorio que implica en la industria, la velocidad para construir los deseos que la necesidad esta recreando en las piezas sin movimiento que constantemente están desencajándose de alguna parte siempre inconclusa que nos sumerge en el menester de un sentido logarítmico retenido por casos fortuitos que parecen limitar la capacidad constructiva en las fases de laberintos que nos impiden prolongar la lucidez.
Sin embargo el interés es pusilánime y hay pánico por la incertidumbre de que la normalidad no vuelva a generar las expectativas imprescindibles de los capitales urbanos con el propósito de coexistir  en la diversidad de oferta y en sus categorías de prestigio.
Al flujo lo mantiene la constante instrucción que se reproduce en un estado etéreo que se hace  evidente en la deserción por inducirse a las grandes movilizaciones que en ocasiones opuestas son la batahola desencadenada en el pluralismo enésimo de combinaciones y una serie de manifestaciones sociales exactamente centralistas como si al finalizar la observación se cayera en un abismo o la razón se vea afectada si la actividad tuviera la aprensión de detenerse para dudar un instante hacia arriba.  

PARÉNTESIS: LA SEGUNDA PERSONA

( ... )

***A la distancia ya no habían presunciones ni elocuencias cuando una sociedad entera le tiene rodeada. 
Acaso el público que no conocemos y que se moviliza como tú, esta cegado, y camina por inercia como lo dicen los autores que lo analizan todo y tienen una opinión estructural y erudita sobre el comportamiento de la sociedad. 
Sigue caminando, aquí yo me he quedado con las dudas, he dicho lo que he visto, pero muy bien sé que he fingido en creer y en sentir para apreciar tu esfuerzo dramático, porque nadie te tome en cuenta como lo crees.

En esos juegos del pensamiento puede ser que las videncias sean otras y que haya algún elemento que te dice lo que un espejo solo conserva. ***