miércoles, marzo 21, 2012

ABSURDA ALQUIMIA

Inquebrantable la salud absurda
que parece germinar desde la fatalidad,
una oscura sapiencia mortuoria,
corruptora de vida;
con los placeres instantáneos de un oasis virtuoso
floreciente ante la debilidad humana
en alucinantes horrores sublimes
concebidos en el registro remoto
de los apetitos prohibidos
ulteriormente en resguardo;
por el temor que causan las recreaciones confesas en la intimidad,
las que se interrumpen por el fuego dogmático.

Decaer en el vacío de sentimientos
para que la ceguedad se prolongue,
es delirar en deseos originales que nos harían disponer sin rostro
las demostraciones vigorosas en el dominio,
y en las reformas fenomenales
de las historias que se iban sustentando
con la innata barbarie de conseguir,
encausar la herencia por ámbitos insospechados;
entre vorágines salvajes de utópica mansedad,
siguiendo los senderos ensombrecidos
bajo el tétrico misterio que se estimulaba al creer
-cuando el alma era una emoción cualquiera-
la longitud incierta por donde la soledad, agitada de sobresaltos,
hacía fructífero cualquier instinto
posiblemente expuesto en condiciones anónimas,
a una aparente naturalidad formidable
con los propósitos introductorios,
cuando al viento parece obstruir –su elemental influencia-
en las formas indispensables
que proporcionan la inteligencia necesaria
para iluminar la infinita noche excéntrica de mitologías
en la razón imperfecta que nos conduce al exterminio cíclico
de esa alquimia precedente
en el principio sombrío del cual no hay memoria.

viernes, marzo 02, 2012

COMENTARIOS ESCLARECEDORES


El día de la incógnita.- (Pl. / Ga./ Cu-w)


Al primer indicio de vida recordé las convulsiones típicas que sucedían en la plaza de la infamia tal como eran esas sesiones de atolladeros políticos enfrentándose entre personajes indeseables que carecían de ética y más aún de intelecto.
Para mí no era nada sorprendente descubrir como ahora, a plena luz del día, sus sucias patrañas que enlodaban la forzada concertación a la que estaban llegando, porque la opinión pública presionaba por todos los medios, para que se haga realidad la verdadera unificación en una sola conciencia esclarecedora.
Sin embargo creo entender que hay crepúsculos perdurables, cuando las palabras llegan en un momento propicio, todo parece cálido, las sonrisas se reparten jubilosas como un candor armónico que hace pensar en un mismo sentido a quienes parecían de irreconciliable ideología.
Las cosas no cambian, eso es innegable, si podría recordar antecedentes como éstos por una memoria permanente en el tiempo, seguro me enfrentaría a los registros similares que hicieron posible e imposible las acciones que tienen por objeto algún fin elemental en la sociedad de cualquier época. Pero así como las revueltas se inician para reformar un proceso que transcurre en ese periodo traumático, el orden que se ha diversificado en las opciones existenciales contrasta una causa remota que intenta refundar con éxito las repetidas consignas que también fueron abatidas después de la paz y los desacuerdos repentinos cuando los comentarios anónimos boicoteaban las iniciativas y liderazgo de quienes ante sus ojos les eran sus ideales jamás posibles por los factores que sólo las circunstancias del destino pueden explicar.