viernes, abril 18, 2014

SEMANA SANTA (ABRIL ROJO)


[Semana Santa en Ayacucho]
"...
¿Contra qué estamos peleando, padre? Están por todas partes y a la vez no están. Son invisibles. Es como pelear contra fantasmas.
—Es como pelear contra los dioses que no vemos. Quizá estamos peleando contra los muertos.
Se quedaron unos minutos en silencio. Súbitamente, Quiroz pareció recordar algo:
¿Cuándo mataron al último?
—Anoche, de madrugada más o menos, después de la procesión del Encuentro —el fiscal se sentía aliviado de haber hablado con el padre, pero exhausto, como si en la conversación hubiese perdido todo el aire. Suspiró—. Ya no había vigilancia especial. La desplegamos para el Domingo de Ramos, inclusive el lunes, pero no se pudo justificar más.
El sacerdote reflexionó un poco y dijo:
—Hay... otro mito andino que quizá deberías conocer. Por lo general, desde la noche del Miércoles Santo, los indios se abandonan a las fiestas más... pecaminosas. Corren mares de alcohol, mucho sexo, normalmente hay incidentes violentos.
Es así hasta el Domingo de Resurrección.
Hasta el Domingo de Gloria.
El padre se molestó:
Se llama Domingo de Resurrección. Sólo los ignorantes y los blasfemos lo llaman Domingo de Gloria.
Perdone. ¿Y por qué hacen eso?

Es otra superstición andina. A partir del Miércoles Santo, día del calvario de Cristo, Dios está muerto. Ya no ve. Ya no condena. Hay tres días para pecar.
..."
Extracto del libro ABRIL ROJO, 
escrita por Santiago Roncagliolo, 
premio Alfaguara de novela, año 2006.

lunes, abril 14, 2014

INTERLUDE: ARBOLEDA



Caminos inolvidables por donde sigo y contemplo
personas en desaparición continúa,
cuando los árboles cierran el paso
y cae la oscuridad entre ramas otoñales
que impiden recobrar en las horas perdidas
los momentos diurnos inmejorables,
de cálido bienestar en compañía,
de alguien subiendo la cuesta
o descendiendo por la chacra frondosa de alfalfa
hasta encontrarse entre tantos recuerdos sin nombre
que desde entonces siguen perdiendo su color esencial.

domingo, abril 13, 2014

ROMANTICISMOS DE AL-KHĪMIYĀ: El unipersonal de sus tragedias griegas


La última vez que pensó, se dijo con sensatez:

¿No sería mejor que ella se busque un ingeniero y yo halle en cuanto antes una escritora que al menos me acompañe mientras prendo un cigarro?
Porque el amor no se mantiene con el recuerdo, el amor se mantiene con la locura de acostumbrarse y soportarse casi a diario; de qué diablos tengo esperanzas ahora que hay distracciones tangibles y virtuales en pleno siglo de los infieles sin descaro. ¿Quién desea amarrarse a la rutina de una sola compañía bajo un mismo techo que los hará inmóviles para siempre? ¿Quién quiere reprimirse en aventuras imaginarias de una noche de suspiros? ¿Quién cree en el amor a primera vista? ¿Quién se atreve a levantar la mano testimoniando que tuvo amor eterno?
Al final, cuando la última gran decepción sea el último papel que quede en sus manos, terminará con un trago más amargo que el de la última vez, despotricando del él mismo, odiando todas las baladas, todas las demostraciones detallistas y en fin el colorido de la felicidad; terminará asqueando el afecto y las expresiones carnales; terminará renegando de su masoquismo estúpido para cortejar con palabritas que se olvidan al instante, de su idolatría a cometer los mismos errores, a creer en esas fantasías melodramáticas que no hacen sensible a nadie, y la misma fabulación para conseguir la quintaesencia, la panacea, el cortocircuito, la piedra filosofal, el ritual de ubicuidad, el poder para mover montañas y traspasar los límites cuando toda esa seudociencia es pura mitología de antaño, que todos hacen caso omiso, porque no quieren saber nada de moral, detestan la formalidad, el largo plazo, las promesas, se aburren muy pronto y desean que todo sea inmediato, cercano, práctico, divertido, jocoso, y basado en la afinidad de oficios, en la solvencia económica para realizarlo todo con quien sea y a la hora que sea. Por eso terminará con el carácter de un viejo miserable que ama la naturaleza sin autonomía  y detesta a la humanidad libre que conserva un secreto en la intimidad de su almohada. Seguramente allí, inseguro y desconfiado hasta de su sombra,  empezará el punto de quiebra para sus grandes producciones nobles y aberrantes, que trascenderán por mucho tiempo, como lo han demostrado muy bien Nietzsche; Hitler cuando de mozalbete era pintor enamorado, Poe y sus conflictos sexuales con mujeres de su edad, y en fin se resolverá como ese psicópata maniático que era Balzac; el Dante, esquizoide; Baudelaire, histérico; Goethe, alcohólico; Chopin, neurasténico; Franz Kafka, esquizofrénicoPunto de partida o condicionamiento de una tragedia permanente.

ASFIXIA = DEMOLICIÓN



Voy sintiéndome mal

los dolores se agudizan,

me hacen obedecer la fragilidad de las palabras

de los comentarios subyugados

que jamás podrán ver la luz;

de los incidentes, «ella no es tu felicidad, no lo es…».

Un desencanto cuando todo va bien.

Me rindo de cultura oscura

las manos que aparecen de la Luna

suavizando la creación distendida

de monumentos que se siguen volviendo a órdenes del creador.

El firmamento sin constelaciones

y la vida sin comentarios,

habla corrompida con el cerebro aturdido de sordidez

y melancolía sangrando;

un vocablo redundante en pecado

en pecado capital adiestrando el veintiséis,

y los hombres que se dedican a ganar a costa de todo,

porque la vanidad conlleva a la demolición

y el ego narcótico a la asfixia

de sus aires de grandeza en 04 verdades.

Fin a todo, con el dolor y la bronca de ser quien se es.


viernes, abril 11, 2014

BOOK: PARADIGMA EQUIS (Telequinesis)

Apartado de [Telequinesis]


En un planeta extraño, de condiciones fuera de serie, lejos de la Vía Láctea, unos seres de material cromado y rostro homogéneo traslucido con el firmamento gris de todas las dimensiones espaciales proyectadas en 4 reflejos aleatorios, están constituidos en perfecciones simétricas considerables, su altura es de 2.30 metros, no conocen la muerte desde que su salvador reivindicará la vida eterna en el año 2274 de la nueva era universal. Su antiguo hogar, la Tierra, había desaparecido y todos los seres vivientes no podían encabezar las conducciones de la nueva existencia sin la gran problemática social que llevo a la catástrofe de erosión y el mal augurio del ocultismo.
Todos sus habitantes conocían, que sin el egótiko Paradigma, sin creación a la vista, sin alternativas de miles de obras escritas en lenguaje telekinetico, no podría fundarse la sociedad perfecta en una colonia helicoidal que deambulaba en el espacio utópico de circuitos imaginarios y regiones negativas.
La energía que les fluye sin pausa es un revestimiento estelar que se va renovando en la conformación de cada estación. La sociedad perfecta tiene su población total al servicio del proceso científico y el mentalismo al cabo de aventurarse en la diáspora de toda la colonia universal. Unidades de dedicación con el altruismo de poder a cada instante.

Los viajeros de las Órdenes de las Estrellas, son una legión de identidades equis. Más allá de todo conocimiento sideral, su destreza se basa en descubrir los enigmáticos prismas en cada región inhóspita que aguarda todos los misterios de vida ulterior, ocultos bajo condiciones extremas, muchas veces gaseosas donde desaparecieron los mitos visuales que antiguas civilizaciones traducían en el tríptico anudado, como prueba de los riesgos cuando intrépidas legiones de viajeros, intentaban utilizar los métodos de telekinesis para traspasar los límites, que no eran más que horizontes sin formula convertidos en un desdoblamiento general...

domingo, abril 06, 2014

SOÑAR

Soñé


Soñé apresurado
al ritmo quizá del esfuerzo,
soñé como al despertar de súbito
esperando a que su voluntad la traiga de retorno;
((Soñé para nada))
noches desvelándome imaginando su buena nueva.
Soñé con sus expresiones al primer beso,
((Soñé agitado))
Durante y después de esta vigilia que no acaba.
Soñé en el prólogo infinito del teléfono que no termina de sonar,
y en la cita de tantas expectativas, soñé.
Ni las lecturas de Shakespeare son suficientes para aliviarme
parece salida de una literatura confidencial.
Soñé con todo puesto encima
como acostumbro hacerlo cuando no se de ella.
Grito su nombre entre objetos que no se alertan,
cuando la casa se encuentra vacía, también el alma y el cuerpo.
Soñé, soñe, soñe…soñé apresurado,
volví a hacerlo,
cerré los ojos sin el motivo de la fatiga
posiblemente por el dolor de no estar cerca de ella.
debo ser  el único culpable,
creo soñar en soledad con un cuantioso silencio encima
que me atormenta, me persuade.
Soñé, únicamente
por intentar descansar antes de tiempo...

miércoles, abril 02, 2014

ENFERMEDAD


Una gota cae en el suelo y te levantas precipitado pasada la medianoche. No hay luz en los corredores, ni el centelleante firmamento que desciende por vértices en una forma molecular. Tu habitación es un claustro intocable que atraviesa a otra dimensión, pero no puedes escapar ahora que estas despierto y muy consciente, con la palpitación progresiva y la maquinación autómata de objetos garabateados en un plano lúgubre que se acrecienta con tus mayores temores: La SOLEDAD, la INCERTIDUMBRE y la MUERTE; pero ¿acaso morirás sintiendo una oscuridad perturbadora?
Miras y das vueltas en direcciones de terror que existen y no pero te atormentan. Despiertas una y otra vez en la misma cama, bajo las mismas condiciones y en la misma noche, anhelando ceguedad y amnesia, volviendo al mismo origen, inerme, con el cuerpo descompuesto y la cabeza tan frágil y a punto de estallar en una proyección gama, de esa locura recóndita que parecía sangre fluyendo en la naturaleza abrupta de tiempos duros que no se superan con taparse la cara y respirar bajo tierra, balbuceando un nombre, el último, la oración mejor compuesta cuando tu habitación se había convertido en la geometría blindada que te permite realizar los pormenores maniáticos de una enfermedad que no tendrá cura.