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lunes, julio 28, 2025

VOLVER a tu HABiTACiÓN

Quería alejarme de cuanto me era permitido
pensar en mucho tiempo después 
dejar de abrazar recuerdos, nostalgias de ayer
y olvidarme de mirar siempre atrás, 
despertar del ensueño en los confines 
del cual me sentía cautivo 
ilusionado en absurdos a plenitud de felicidad, 
sin embargo, cualquiera de estos intentos 
para proscribir nuestra historia 
y olvidarte definitivamente
como si arrancara una raíz a punta de fuerza y desesperación
no han hecho más que fortalecer cada momento en mi memoria
implantarme de ti, tal cual medida contraproducente.

Lo quería con todo mi ser, alejarme, negarme a escucharte,
abrir un abismo, una grieta sin fin, 
inocularme amnesia voluntaria de ese lugar perpetuo 
donde tú gobiernas, sin siquiera saberlo,
y en el cual aún estoy yo
sentado a tu regreso, taciturno, infinitamente sombrío
sintiendo la soledad nocturna 
mirando a través de ventanas
como trasluce luz de luna 
por el hemisferio oscuro de mi rostro
hacia un lugar vacío, deshabitado como éste,
del cual solo transcurrieron algunos días que parecen años.

Hablar de tu ausencia 
obligarme a nunca más imaginarte
pensar que te podía olvidar ocupándome en mil cosas
y desconocer quién eres para mí a pesar de todo lo hecho 
fue sin duda una consigna inútil, 
una tarea sinsentido que no ha valido la pena 
porque es simple, jamás dejé de amarte, 
solo me rehusaba a abrir los ojos 
a verte ahí, en medio de ninguna parte,
a reconocer un retazo tuyo en cada lugar, 
y aunque puse empeño en no querer saber de ti 
todo alrededor me decía lo contrario
como el inevitable camino al andar 
como fórmula reiterada de sanación,
porque tú eres mi mundo entero 
y no se puede huir del mundo en el que se vive,
en el cual uno se siente vivo y amado. 

Volver a tu habitación 
fue como romper cualquier barrera del tiempo. 
Hacerte el amor otra vez
recorrer a besos sedientos tu piel, 
dejar que mis manos, traviesas, pululando
te examinen sin prohibiciones
colmen tu cuerpo de satisfacción
en tanto yacía enredado en tus sábanas
para jugar a perdernos y encontrarnos en esa penumbra
en donde descubrimos un susurro antiguo
el unísono de risas que no eran nuestras
¿o lo eran quizá como un espectro permanente aquí?
el que se cuela por las rendijas de la ventana,
tal cual tiempos lejanos, 
vigente aún en estas paredes,
y testigo silente de nuestro reencuentro en esta habitación.

Tomarte con dulzura y deseo
dedicarme en cuerpo y alma a todo cuanto quisieras,
despertar abrazados cobijándonos con nuestra desnudes,
fue alejar un temporal sombrío alrededor de mí
para empaparme de sol y claridad
volver a respirar de tu oxígeno, 
cuando las horas me hacían agonizar 
creyendo en verdad que no te vería nunca más; 
volver a esa habitación 
pisar ese suelo, 
hallar intactos los recuerdos
tenderme en esa cama
estar en medio de tantos momentos juntos, 
abrazarte en cuanto cedías a dormir,
tomarte como mía 
y tenerte desnuda como antes
fue un sueño hecho realidad; 
volver a tu habitación 
fue nacer de nuevo
como el amanecer al filtrarse por tus cortinas 
o al contemplar tu silueta cubierta por esa mantita suave, 
ese suéter pequeño,
esas prendas que siempre desaparecían de nuestra vista
nos hacían reír,
el reloj despiadado no cesaba de acelerar
el hechizo se desvanecía 
y tocaba, con dolor, 
decir adiós.


domingo, julio 27, 2025

PUZZLE iN THe SHADOWS


Un extraño me ata las manos
apenas si puedo respirar
también siento las piernas entumecidas,
algo no me permite girar el rostro,
aun así, convaleciente,
intento reconocer imágenes espectrales hechas realidad
en una habitación desconocida.

Siento el escrutinio de mensajes oídos a través de murmuraciones 
y crueles expresiones que surgen alrededor
por quienes no se dejan ver,
solo alcanzo a percibir sombras aleatorias de formas disímiles.

Intento unir un rompecabezas imaginario con restos de lucidez 
¿quién soy, qué hago aquí, quiénes son ellos, algo he cometido o soy yo una víctima?
No tengo respuestas
antes de la primera puesta de sol
o antes que mi vida expire y de paso a la siguiente
obligándome a olvidar en plena oscuridad,
olvidarme para siempre quien pude ser en vida.

miércoles, julio 23, 2025

DESENLACE CRÓNiCO

Te escondes para no mencionar errores,
todo lo vivido hasta este momento es parte de un proceso interminable,
como los deseos incumplidos
y el desenlace paranoico al despertar,
aflicción, desesperanza, incertidumbre, mortificación. 
Piensa que muchas divagaciones solo te obligan 
a una inmersión sin un camino de retorno. 
Cuantas horas estás dispuesto a cavilar
en espirales que no tienen razón de ser, pregúntate.
Sacúdete ahora mismo de sensaciones autodestructivas
influencia totalitaria en causas y posibles efectos 
mientras sigues elaborando narrativas infinitas 
que tú muy bien conoces
no tienen resolución alguna,
errores que no terminan de corregirse
promesas, intentos tímidos, imposición fingida,
mientras tus manos transpiran inquietas
retomas pensamientos otrora distantes
que te aproximan a ese círculo vicioso de absurdos, de crónicos males 
cuando la oscuridad sobre ti, avanza, te dejas absorbes
y masticas ansiedad, pierdes el control
nada más tiene sentido que un cigarrillo, la podredumbre, tu miseria
y ese maldito groove que no puedes pausar en tu cabeza.

ABiSMO (sentimiento lúgubre)

Borrare todo lo que me hace recordarte, lo arrancaré de mi pecho como si extirpara mi propio corazón a pleno latir, y lo arrojaré al afluente de aguacero hecho con lágrimas de mi intenso dolor, de mi rabia contenida que salpica babas, flemas, saliva y balbucea tu nombre en un momento tan sombrío como la recalcitrante agonía de no poder volver atrás en el tiempo, voltear la página, cambiar de camino, levantarse en medio de la pesadilla y revertir lo hecho mal, el error fatídico, la demolición del vientre, la voladura de la cabeza en la perturbación de recuerdos habidos, voces nocivas, ilusiones muertas con el devenir de un futuro que me dejará caer al abismo, sin remordimientos, un precipicio sin retorno, caída libre hacía el fin, para fallecer en el trasfondo, ser parte de la penumbra un tiempo indeterminado, diseccionar en retrospectiva todo lo hecho hasta este momento y quizá, muy probablemente, si alguna motivación de súbito me sacude, volver a empezar otra vez, como las primeras notas de un instrumento al viento, algo alegórico, sublime instrumental, la acústica de saber que la oscuridad ha terminado y puedo avizorar tras lo incipiente, un destello por el cual ilusionarme y me de la fuerza necesaria para salir, arrastrándome encima de lo que sea, hacia lo que todavía me permito soñar aun cuando estoy hecho trizas, demolido en cuerpo y alma.