me cruza la mente
como la trayectoria

y su estela apenas vista
desde la astronave, clase turista.
Breves recuerdos agudos
estallan en mi cabeza de reptil
los vislumbro uno a uno,
es la sintaxis de un entredicho
los vislumbro uno a uno,
es la sintaxis de un entredicho
inadvertido,
razones dispersas
en afinidades y metáforas,
cuantiosas formas sinsentido
en el tratamiento de detalles, minucias
de presencias ausentes y además,
permanentemente aquí
en este tiempo adolido, mortecino
y en este preciso instante
de un simple pestañeo al abrir los ojos
de magia sustancial
hecho imperecedero
y al momento siguiente
nunca más.
Despertar somnoliento
envuelto en sopor
y ver el horizonte en cenizas
como cruel desarraigo,
simplemente es una ilusion insistente
desvanecida,
cuando perplejo
una tarde derretido
por el calor de verano
o en la noche
petrificado de angustia
contemplando atónito
la composición caotica de este mundo
uno se percibe extraviado
en medio de multitudes envilecidas
o en la nada existencial;
un mal augurio
rompe del todo esa paradoja
nos devuelve a pisar tierra
en la superficie ensombrecida
que repite ¡no! Mil veces
¡nunca! Grita, ¡nunca!
¡tú jamás!
como si la construcción del destino
fuera una negativa permanente
con solo desearlo
quererlo con toda el alma,
una prohibición maldita
que cala tan profundo
en el espíritu que lo lleva
como si esto o aquello,
hechos adversos
siempre pospuestos,
en tanto todos ignoran
con el paso de días grises
se convierten al cambio
en rutina de statu quo;
te aproximas al acantilado,
donde los papeles se tiran a las profundidas
las ilusiones oscurecen
nadie sabe más,
vuelves al hoyo
de una cuenta regresiva ¡apocalipsis!
justamente para debilitarte
hacerte creer en límites reales,
preocupaciones
como enfermedades sincrónicas
con las cuales se debe convivir,
flagelo mientras se subsiste
y acontecen deseos
como el únisono
estrellado ante un muro blindado
que no se puede traspasar,
¡tu no! ¡No lo harás!
aunque los caminos parezcan despejados
el sendero unidimensional
pintado en un cuadro al óleo
y tenga la iluminación pálida
de una Luna a medianoche
cuando huyes o regresas
y nadie más te lo impide.
Con solo querer o intuir
razones dispersas
en afinidades y metáforas,
cuantiosas formas sinsentido
en el tratamiento de detalles, minucias
de presencias ausentes y además,
permanentemente aquí
en este tiempo adolido, mortecino
y en este preciso instante
de un simple pestañeo al abrir los ojos
de magia sustancial
hecho imperecedero
y al momento siguiente
nunca más.
Despertar somnoliento
envuelto en sopor
y ver el horizonte en cenizas
como cruel desarraigo,
simplemente es una ilusion insistente
desvanecida,
cuando perplejo
una tarde derretido
por el calor de verano
o en la noche
petrificado de angustia
contemplando atónito
la composición caotica de este mundo
uno se percibe extraviado
en medio de multitudes envilecidas
o en la nada existencial;
un mal augurio
rompe del todo esa paradoja
nos devuelve a pisar tierra
en la superficie ensombrecida
que repite ¡no! Mil veces
¡nunca! Grita, ¡nunca!
¡tú jamás!
como si la construcción del destino
fuera una negativa permanente
con solo desearlo
quererlo con toda el alma,
una prohibición maldita
que cala tan profundo
en el espíritu que lo lleva
como si esto o aquello,
hechos adversos
siempre pospuestos,
en tanto todos ignoran
con el paso de días grises
se convierten al cambio
en rutina de statu quo;
te aproximas al acantilado,
donde los papeles se tiran a las profundidas
las ilusiones oscurecen
nadie sabe más,
vuelves al hoyo
de una cuenta regresiva ¡apocalipsis!
justamente para debilitarte
hacerte creer en límites reales,
preocupaciones
como enfermedades sincrónicas
con las cuales se debe convivir,
flagelo mientras se subsiste
y acontecen deseos
como el únisono
estrellado ante un muro blindado
que no se puede traspasar,
¡tu no! ¡No lo harás!
aunque los caminos parezcan despejados
el sendero unidimensional
pintado en un cuadro al óleo
y tenga la iluminación pálida
de una Luna a medianoche
cuando huyes o regresas
y nadie más te lo impide.
Con solo querer o intuir
poco puede interponerse…