-Las virtudes solo brotan, no las conozco, nunca las he admitido, el espejo no me ha dicho nada, la verdad es que yo olvido y cuando vuelvo a la actividad, dudo de cómo se intenta ese método.
-Por instantes me apago, como si ya nada debería importarme, más que seguir en una sola dirección, en un solo sinsentido.
-Arequipa, y estos días cerca de la catedral, meditando frente a los monasterios, ocultándome en el ombligo, viviendo de cerca, sintiendo hambre de todo.
-Hacer es tan ligero, crear es tan central, volver es tan estúpido pero distinto.
-Todavía restan las ideas que nunca se contaminaron y que son la esencia de una teoría absurda que permanece intacta.
-¿Dónde se puede hallar alivio? ¿Dónde puede servir permanentemente el esfuerzo? ¿Tenemos salida en esta prisión de ocio?
-Quisiera saber de los recuerdos que todavía me alegran o todavía me solazan, no sucede, solo se asumen como si nada importaría.
-Me he dado cuenta que me enamoro a diario, que las mujeres son el encanto que me hacen vagabundo, sin embargo cuando me enfrento a los sobresaltos de la miseria, me desencanto de la belleza y olvido la literatura de las palabras que nunca fueron.
-Mi defecto es la sensibilidad de creer en la vida y en la creación de otra existencia paralela.
-He visto a la amargura apoderarse de cada rostro que anda desmayado por la fatiga de este tiempo.
-Cuando veo una puerta abierta, creo que siempre aguarda la posibilidad de regresar. Nada se cierra si no es por olvido.
-¿De qué puede servir una explicación?, si conocer es una respuesta inmediata que luego pasa desapercibida.
-Los que se siguen quedando, ya no necesitan de nada, solo de piedad.
-El corte del triunfo es la sabiduría sensible.
-Permito lo de siempre y me abrevio a veces, debería hacer lo contrario y cuando hay eso, eso que no me gusta, me extiendo para disponer de buenas sensaciones.
-En una ciudad hecha del pasado, las ideas están equivocadas, porque son el tiempo que no aparece en su edificación. Los pensamientos tendrían que hacer recuerdo y vivir cada recuerdo como si fuera el último suspiro.
-La antipatía a la masa obedece a sus preferencias ordinarias que lo hacen social.
-Los caminos son bien sacrificados, sigue siendo turbia la visibilidad, las caídas continúan, los traumas son las sombras que aún me confunden en la torpeza disfrazada de extravagancia.
-El odio y la furia te hacen lúcido, es cuando el ultra modernismo se recrea.
-Es imposible evadir la belleza, me pone en trémulo, me hace sumiso, me sosiega, no puedo evitarlo, la dureza no sirve en su caso.
-Dialogo de los recuerdos.
-Si pudiera mentir, lo haría siempre, la verdad es que todo es incómodo.
-Los espejos no tienen sabiduría, solo te muestran la alucinación que desearías creer.
-La vida no es la misma, solo en unos días la civilización puede ser una ruina de bastante putrefacción.
-Las distancias entre las oficinas y las calles son cada vez más sofisticadas y más pesimistas.
-Hay algo que oculto, no lo puedo decir, solo lo puedo pensar, es necesario, porque es el defecto que me mantiene en equilibrio (hombre).
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