sábado, mayo 31, 2008

LA CASA DE LOS SUEÑOS III


La lámpara mágica de los deseos
nunca estuvo en la mesa de noche,
afuera solo iluminaba la luna, 
un tempano luminoso 
habían manos vibrando de frío haciendo figuras de horror
una muestra artística de sobrevivencia.

Era igual debajo de la cama como encima de ella,
la puerta no era una simple bisagra de libertad y retraimiento
los sonidos traducían calamidad,
se respiraba orgullo donde no había aire
en la enfermiza luz que se hacía mas pálida.

¿Algo se solicitaba con insistencia?
entre la abundante simpleza ornamentada por la nada
los corredores que no existían,
subir a la azotea contigua para soñar en una
altura de extraños,
Acariciar a los cachorros que se meneaban moribundos,
Jugar en el huerto fantasma con el árbol que nunca hecho raíces,

¿Realmente qué es lo que deseaban en una casa de los sueños?


1 comentario:

Anónimo dijo...

Si tuviera que hacer una especie de ranking con tus poemas, éste defitivamente se llevaría el primer lugar. Dan ganas de leerlo una y otra vez, como si se buscara algo que en la lectura anterior estaba oculto. No me refiero a descubrir cosas nuevas de mi subjetividad de lector, sino dentro de la tuya, de lo que sentiste en esa pesadilla.

Te felicito! :)