lunes, junio 16, 2008

OSCILACIÓN PERMANENTE



Cuanto me afecta la puerta cerrada,
los sonidos estridentes directo a la yugular,
los asesinatos en serie de una noticia cualquiera,
creatividad en notas bajas,
contemplación sin remordimientos.
Cuanto más en esta posición obligatoria
inspirando para cualquiera el ensombrecimiento de la calificación,
demoras en la estática,
perfeccionamiento ordinario,
consecuencia en el fondo sólido
que no quiero apreciar,
cierro la mente para dejarme ir
al mismo punto de la distancia
en que ya no soy la alternativa de mis propiedades disimiles.
Otras formas siguen adyacentes
en la inoperancia material
de la puerta cerrada,
el cuerpo ventilado a la desmedida de los vicios agnósticos
comparte amplias diferencias
con los ausentes;
la categoría insana en los muebles azules,
la dictadura bendita
en el cajón encuerado que ya dejo de ocupar objetos
ensuciar el tapizado de los moribundos;
regular mi temperamento;
en que rincón la respiración no me contamina
los recuerdos obtusos se dejan filtrar
la puerta deja de palpitar al primer golpe.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola niño,

"la inoperancia material de la puerta cerrada"... sé de esas trabas, nadie lo dice mejor que tú.

Cuando me llevarás a tu azotea?

No dejes de escribir Paolo, te felicito.