miércoles, noviembre 10, 2010

DOBLE SENTIDO


Es un lugar que se desflora desde todas las sangres,
la frescura se siente y se opaca con diversas coreografías que no merecen nombrarlas;
en el progreso la vergüenza se esconde en el patio trasero
debajo de figuras folclóricas, entre las risas desfiguradas,
adquiriendo tendencia por el contrabando,
en comparsa con el desorden de la cultura rica en sabores,
entre combinaciones de picardía y otros sentidos criolleros,
los que demuestran la habilidad empírica que da el ocio del abatido
del desfavorecido frente a la alta civilidad que le es esquiva
ausente de esa reputación que la hipocresía en billetes desbordantes de economía en bruto no ha podido aspirar,
ni con el lavado, ni con la falsificación, ni con la manipulación de cifras.

La felicidad de asumirse
en el descaro de la corrupción cuando todo es fiesta de la ignorancia
con compañías que se hacen de doble filo
porque no hay confianza por ninguna parte, solo compañía,
se agudizan
la psicosis moralista, la locura del resguardo,
la inmolación al individualismo crónico como envuelto en varias maneras y de distintas indiferencias
la cobertura hacia sí mi,smo,
los engaños sucesivos como síntomas temperamentales del instinto colectivo,
la carga de miedo por el origen de clandestinidad,
el perjuicio de sumisión  interiorizado en núcleos de parentesco,
la cara opuesta con el rostro encajado en la misma patraña
el recibimiento cálido dispuesto a todo mientras una vida de simplicidades no apura pero el desespero apremia,
y los manuales del buen hospitalario renovándose en avaricias miserables
del progreso atropellado
a costa del decente, humillando al sensible,
corrompiendo al virtuoso que suele dignificarse con el índice  
y el resto austero
en una aventura republicana perpetua de informalidades.


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