domingo, enero 26, 2020

EN SEGUNDO PLANO


Decaerá mi conciencia
en un rincón de entendimientos,
tan plomo como ordinario,
y no volveré a decir nada más…
Callaré y comprenderé que no sirve de nada
perseguir discusiones justas 
sin dejar de nutrir los deseos de vanidad.

Imponerse es lo que finalmente importa,
los argumentos no son más que puntos de vista
de ciencias subjetivas,
que dicen cómo y explican parcializarse,
partiendo de una permuta de favores,
del contraste ideológico bajo reserva, 
ante ese público hostil
(pensante miserable),
a quien se le dirige para sostener
diatribas enrevesadas
por si las entiende y las acepta, 
o manifiestos descarados para retrasados mentales.

Dormir, alimentarse, verse bien,
en línea consecuente hasta la sumatoria irreversible
de más convicciones aceptables
 para asentir en complicidad
y políticamente reprimirlas
en su oportuno pronombre.

De falso ejemplo no quiero acostumbrarme,
meterme en una burbuja 
para un día no intentar salir,
ni por más sol
ni por más aire.

No hay comentarios.: