viernes, mayo 27, 2011

DEJA VÚ

I

En un patio amplio que termina en el desconcierto
un complejo gris de proporciones absurdas
impone la frialdad de sus ambientes
a una península calamitosa
ubicada en el paralelo decadente
de causalidad siniestra.

Sólo se puede deambular inerme
[En estricta sumisión]
oyendo el vestigio de las desgracias girando en el perímetro lóbrego;
no se está permitido sentir,
ni recordar los hechos que están vinculados,
ni esconderse en los secretos de la imaginación,
nada es posible hacia fuera ni hacia dentro;
es frágil la curiosidad como el espejismo sostenido por la abstinencia;
intuir en un contexto gótico
equivaldría al contrasentido involuntario
en pleno interludio.

II

La tardanza en mis intenciones inmaduras
me destierran en el polvo que aumenta la prolongación de un horizonte
que aguarda la dimensión del desconcierto,
estrechándose los márgenes
desesperándome de holgura
en insuficiencia de habilidad para resolver ecuaciones improductivas
de documentos científicos experimentales
que se se han convertido en la correspondencia extraviada
de la metafísica académica.

III

Cuando el intervalo de sufrimiento y decepción me socava
y las regiones de este laberinto que aún resultan enigmáticas
me oscurecen por desazones orgánicas,
trato de utilizar el poder artificial
que se ha hecho pusilánime,
en contra de las aprobaciones que se ajustan a una mediocre verdad
que creo reconocer por ambivalencias y sortilegios de alguna parte.

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