lunes, mayo 23, 2011

EL VACÍO DEL PROGRESO


Despertar sin esperanza,
después de haber soñado la misma angustia
de haber descansado en la misma postura,
nos devolverá al abandono permanente de un proceso apático
ausente de emociones,
ausente de espontaneidad,
carente de locura radical
de la rebelión necesaria para indignarnos con sobresalto
en el pleno océano inmutable,
para evitar de este modo el exterminio del pensamiento.

Vivir incondicional a la seducción sintética,
encargada por el científico a la tecnología
con el propósito de concretar del pragmatismo eficiente
una ideología monocromática de unos y ceros.

Nos volverán instrumentos verticales simplemente enumerados
en el competitivo destino
ensombrecido por el dominio superficial
que viene colapsando (está entre insurgencias),
y que parcializa el horizonte por argumentos de tercerización
con los medios necesarios para adormecernos en ocio
colmarnos en vulgaridad que será aceptable,
(porque la crítica ahora es estética)
y con popularidad creada por imágenes instantáneas.

En el balance habitual no importará reflexionar
si el homicidio fue aberrante por la delincuencia que aspira a la mafia,
o por el suicidio que fue por la disfuncionalidad de la familia
que se ha dedicado a la instrucción del dinero para darle sentido al sistema
a callar los días insulares de infortunio en pobreza de espíritu,
a reprimir la simpleza que es la desocupación
de una vida dependiente de extensiones
que forma el imperio especulativo que estamos creando
para acumularnos en valor,
por la victoria que no se pudo conseguir cuerpo a cuerpo o idea por idea
y el respeto que ya no está definido por hechos categóricos

sino por el delirio de ese fenómeno multitudinario
que no promueve la austeridad de la sabiduría
por el contrario se reafirma en resignarnos en la docilidad pusilánime
después de una víspera emotiva que nos llevó al despilfarro
y a la eminente pérdida de facultades humanas.

2 comentarios:

Vanesa dijo...

Qué gran escritor eres Paolo. Emanas inteligencia y estética, no lo que consideran hoy estética sino el destello cuidado de un ser bello que piensa desde un costado oculto y riega con sus palabras la aridez necia que nos circunda.

Te felicito y siempre te recuerdo.

Vanesa

Paolo Alonso Mohandas dijo...

Me alegra, me alientan tus palabras, me entusiasma que vuelvas a comentarme y que tomes en cuenta toda esta literatura que no puedo callar y que no solo significa un texto que trata de contribuir a la información pasajera.

Encantado por saber de tí, Vanesa, te envío mi afecto.