domingo, marzo 29, 2020

ACTO DE FONDO

ACTO DE ENTRADA

Los momentos eternos
son nocturnos inmemoriales
que cada cierta etapa
alguien como yo,
también procuró conservar para siempre.

Además del tiempo de calidad
con una familia alrededor y a quien amar,
es encontrar un lugar ideal para escribir,
soñar despierto, 
perpetrar en situaciones ordinarias,
 mientras releo lo que he logrado crear
en textos metafóricos que a veces explican una parte del rompecabezas
y otras veces decaen en un hondo pesar de inmovilidad.



ACTO INTERMEDIO

Llega la hora de tropezar y hacerse daño
para recordar el itinerario de hoy.
Me desespera mirar por un prisma
 y conceder mi atención;
me desespero por acabar 
antes de perder la luz natural;
estoy invadido por emociones, 
hay rejas, aislamiento y sordidez 
socavándome en este mismo instante;
siento puertas cerrándose a mi paso,
relojes a una velocidad horaria sospechosa,
insectos convocándose muy cerca de mí,
miradas sigilosas en el desorden,
sombras que transitan 
y desaparecen al unísono de un golpe,
conversaciones confinadas en secretos,
y risas disipándose con el aire gélido de otoño.


ACTO DE FONDO

Malestar crónico envolviéndome con más fuerza,
me hace perder los sentidos,
tiento mi debilidad,
un péndulo atraviesa un rostro oculto,
no hago más que contemplar extrañezas,
narraciones atribuladas de locura permanente
e imagines mostrándome lo que es la pesadumbre,
tintineando apenas armonía
en un cajón escondido,
con obstinaciones reveladas ante el sol
que mis ojos apenas alcanzan a ver
y a advertir,
sistemas consumados con alguna simbología
que pasado los años y la convivencia
apenas si puedo llegar a entender.

No hay comentarios.: