miércoles, mayo 20, 2020

CÁMARA SIN ECO


Tendré que callar,
me sinceraré conmigo mismo,
no dejaré rastro para dudar,
asumiré el devenir bajo cualquier precio,
no diré nada a nadie,
será como viajar en el tiempo:
Un hombre como cualquiera 
de los que van y vienen,
siendo testigo de una historia conocida,
aunque con los ojos del que ve siempre
y del que habla cuanto es necesario.

Retomar el ciclo invisible
siempre será la iniciativa,
voy a consumirme en un cartucho rojo de inteligencia,
iré pensando
con el paso del buen clima a mi favor
y la literatura experimental estallando dentro de mí.
Voy a dejar en libertad mi naturaleza contenida,
una vorágine sombría me cercena en uno, en dos…
Si pierdo concentración un mínimo instante
la vuelta atrás me diluirá en un charco lastimero,
conmigo arrastraré algunos objetos mágicos
olvidados en una remota historia de utopías;
estímulo, desahogo para transitar por línea peligrosa,
en dirección absurda subiendo la tangente
aprendiendo a empuñar muy firme,
temple para condensar silencio y resistir despierto
oleajes de medianoche, 
violencia entre cuerdas,
con muros imaginarios puestos delante de mis sentidos
a pura fuerza de negarme a aceptar
un maldito vaivén innecesario tradicionalmente ruin,
que me dispone involuntario a la deriva,
sin mencionar reflejos vocales
sin emitir juicios o comprender lo que sucede en la vida real.
Asimilar, nada porque alterarse,
nada del otro mundo como dirían, 
contar los minutos con los dedos
tragar saliva y dominar el arte de fingir o dormir 
mientras la crónica no se detiene,
permutando con el pasado y las sensaciones inestables
que me reflejan inmortalidad en fotografías a prueba de todo,
frente al polvo que desaparece
y el olvido que es cubierto por un gran desmonte de posesiones 
y cargos miserables.
No necesito más que una presencia,
agua diáfana vertiéndose a mi rostro,
reinventar los recuerdos con más caminatas,
asumir soluciones en orden consecutivo
con mis intenciones bajo control,
todo correrá sin flujo porque preocuparse,
nada surgirá mientras sea yo quien lo permita.

No hay comentarios.: