jueves, agosto 24, 2023

A CONTRARRELOJ

Me recostaré como se acostumbra
apenas el cansancio me doblegue;
deambular mientras los demás duermen
no tiene el menor sentido;
no insistiré más con el carpe diem
por una sumatoria de frustraciones,
la ciudad ahora gira en torno a mí
y nunca se detiene,
así son las cosas y tarde lo entiendo;
cada expresión inhumana
me concede más razones.
Mis disparates se renuevan.
Me arrojo al piso y escarbo en la mugre
hallo todo lo que alguna vez soñé,
desentraño en las raíces
y me encuentro ante mi imagen y semejanza.
Él, como muchos,
convierte las naderías de la calle 
en minuciosos artilugios compulsivos
para ese gran público transeúnte.

Imagen tomada de Pinterest
En los rincones donde se convocan las sombras
todavía hay quienes se resignan voluntariamente,
pernoctan en su penitencia,
jamás se permiten develar su semblante
se equivocan con intención 
y vuelven a los rituales taciturnos 
con tal de no ser vistos,
lo que hacen es perfeccionar el arte de evitar,
no están dispuestos a reconocer
el apetito insaciable del hombre de hoy
y la insatisfacción como agujero negro.

El defecto ansioso no admite perder el tiempo,
hay un “punto” fijo en el espacio
voy como todos, lo hago por mi bien,
no hay tregua para mirar, nunca la hay,
cuanto más próximo se esté 
más se alejará por el trastorno que se padezca;
la complejidad extiende sus redes
otros niveles, un nuevo orden artificial
será como respirar, vitalicio,
tan imprescindible como portar un dispositivo
y encender tu ubicación a una distancia luz.

Romantizar no presume romanticismo
una quimera esconde una trampa.
Laméntate, llora, atenta contra ti
lo grabaré para cuando te quieras mostrar patético,
la gente te habrá lanzado unos centavos
te acostumbrarás al acto de expresión
lo asumirás con naturalidad,
ellos fingirán que tu sufres
y tu fingirás que ellos creen en ti;
sabemos muy bien de que va el juego.
No tendría sentido la miseria ni la bondad
sin un acto psicológico justificable.

Suposiciones melancólicas
suposiciones de un mañana prometedor,
sin un cuerpo perfecto para sentir
nada de lo que se logre será para siempre,
vaya si lo sé, 
haga lo que se haga
me niegue o lo consienta
también girare con mis propias manos, como otros,
las manecillas a contrarreloj.

Alonso, mañana del 6 agosto del año XXIII

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