viernes, noviembre 15, 2024

LOS OjOS en las ENTRAÑAS


Se oye el crujir de la puerta, una presencia inesperada se hace sentir, mi corazón da sobresaltos, sin embargo, no puedo preguntar quién es, los pasos están muy próximos, el viento golpea violentamente las ventanas y la duda me asfixia entre la almohada y las sábanas… Quizá sea un vendedor y nada más, no obstante, estoy aterrado, ya no recuerdo bien cómo era vivir entre las personas.

Aquellos años olvidados, recuerdos empañados con el ir y venir de adultos y niños donde por el contrario no había espacio para el silencio, no quitaba el aliento a nadie, ahora es distinto, cada movimiento en la casa es un evento acústico de enorme curiosidad, cuando me levanta sospecha qué pueda ser, a veces suelo dar un grito preguntando a viva voz y descuelgo mi cabeza por el tragaluz y, si es de noche doy mil vueltas en todas las direcciones y recovecos con las luces apagadas, mis ojos a pesar de la penumbra pueden verlo todo en su justa dimensión como si mi andar fuera por un túnel o estuviera deambulando entre ramas en medio del bosque tal como hacen las aves nocturnas. 

No espero la visita de nadie -nunca la espero-, y las dos únicas personas que habitan aquí desayunan temprano, dan algunas vueltas de rutina, salen a su jornada de trabajo y apenas si regresan para pernoctar, un bucle, la vida desde estas condiciones es más que predecible y sin novedades, el resto del día es de una ausencia eterna y densa. De acuerdo a cada estación del año las manifestaciones naturales o la diversidad de sonidos generados por el hombre encumbra un ambiente alrededor conocido, nada puede salirse de esa armonía incomunicada entre sí, y probablemente por estas circunstancias es posible percibir hasta lo más insignificante, tal como puede ser el trajinar uniforme de insectos, la contracción de objetos de metal cuando la temperatura disminuye o por el contrario asciende, el crepitar de la materia por ser ésta una ciudad telúrica, el dilatar de la madera cuando el calor sofoca o el exceso de humedad por los aguaceros…, insignificancias o certezas que únicamente captan los sentidos en estado permanente de sobresalto, hasta los sonidos orgánicos del interior de un cuerpo humano mientras procesan la digestión de alimentos y la dispersión de tantas emociones al unísono como un impacto psicológico en transmisión multifrecuencia a cada célula viva para el estado de ánimo, infunden temor o tal vez alivio, en mí un estado de congoja, perplejidad solo por el hecho de sentir, percibirme de entre mis entrañas y apreciar la recreación ficticia de asombrosas escenas biológicas recubiertas por extensas membranas, procesos permanentes de succión, despliegues grasosos y la escalofriante circulación de sangre en una oscuridad solamente visible en la imaginación como si todo se estaría proyectando a través de un dispositivo inteligente que recorre y filma cada espacio y secuencia en el interior de las arterias como en un mundo subterráneo, un estudio minucioso para ser monitoreado con el dolor de sentirse al tocar una llaga y al contacto de masas gelatinosas entrelazadas, llegar hasta a lo más mínimo mientras el silencio se agudiza de tal forma que es posible descender involuntariamente hacia niveles donde se aprecia todo tan gigante, infinito y sobrenatural, se siente no tener un cuerpo que logre sostenerse y, entonces se experimenta el levitar como algo etéreo que apenas si conserva conciencia y la visibilidad de lo creado a través de todo cuanto se dispersa y puede traspasarse entre celdas infinitesimales por debajo de algo que va alejándose y se acrecienta mientras se puede ver a partir de una superficie que no tiene firmeza, dando vueltas, girando en la nada, perdiendo los sentidos y recobrándolos al primer indicio de un insignificante eco que se expande y cesa pronto, desaparece como una luz cegadora y se interna en las sombras del crepúsculo cercano a la muerte cuando se está convaleciente o simplemente no se es más que la presencia microscópica que naufraga vagabunda por un mundo de vivos en permanente estallido de expresiones y emociones que jamás cesarán y que todos pueden tolerar y convivir en la modulación exacta con que se fue creado a imagen y semejanza.

Medianoche del doce de noviembre
 del segundo milenio.

lunes, noviembre 04, 2024

CAUSALiDAD COMO FUENTE de iNTRiGA


Cuento los minutos y nada coincide,
renuncio a percibir secuencias monótonas de bajo espectro
y, sin embargo, alguien o algo captura mi curiosidad,
pierdo ese momento único y etéreo,
lo estoy lamentando, me mortifica,
me tiendo al piso junto a mi sombra
vuelvo a asumir el caos sobre mí
— le temo a roles paranoicos cuando se apoderan y subyugan — 
me imagino como un ser dotado de un anonimato sombrío
caminando cabizbajo en el horizonte del mundo
con el sol abrasador demoliendo los escombros de mi moral
y una mugrienta bandera desteñida por años de insolación
un estudio inútil junto a libros en barricada
de aquellos elaborados con las manos de porquería
y el cuerpo pegajoso
que no me atrevo a tirar al basurero.
Se confinan mis decisiones a un lastre de agonía
siento que el reflejo de cada objeto me secciona el semblante…
Por qué no giré a la izquierda
y contar un número menos
respirar un instante para contener la idea 
y esperar el encendido de esa chispa perspicaz
que interpreta, enlaza y da sentido 
a un hecho en valor, un nombre extraño, 
una situación inverosímil,
en un solo impacto monoaural
o tal vez, en una expresión indefinida
algo breve pero convincente.

¿Qué será lo más intrigante?
¿Ver o ser visto?
Intentaré usar un moño rojo
y hacer notorio mi defecto patológico 
tal cual mi naturaleza 
como manual ordinario que las causas populares
debieran imitar.

No moveré nada
fingiré estar perplejo.
desde ahora soy el más noble e ingenuo,
mi voz se apelmaza
me quebranto de emociones,
soñaré ser el delirio de las mayorías 
inyectándome un líquido directo a mi materia gris.

Me sacuden intenciones lúgubres,
fantasías de crueldad
deseos reales arrancados con vísceras y protuberancias
para desencajarme al fin
remover mi sosiego 
y obstaculizar el menor intento pretencioso.
Yo no existo más
tengo la misma edad
vivo en el cotidiano de una rutina que me hace ilusionar conciencia,
sueños y paradojas realistas se fusionan
ya no sé qué es tener frío
sin necesidad de expresar palabras para sentir,
un mundo al otro lado de un muro alto, 
numerado y estadísticamente viable
en el imaginario de un extenso papel diáfano
unos cuantos años más
una luna más próxima
una autopista debajo de políticas de escombro
de magma y amnesia selectiva.

sábado, noviembre 02, 2024

ViDA PERSONAL & UNA CAJA SiN SALiDA

¿Qué somos al final del día?
Una prueba en vacío que divierte con ocurrencias y decisiones convencionales. Cada esfuerzo totalitario por dar el siguiente paso y entendimiento cuando se van realizando hechos que por un instante dieron la intención de llevarse nuestra vida por un reflejo mal dado, es una muestra de vulnerabilidad a la cual nos cegamos, nadie puede aspirar a salirse del inmenso laberinto condenatorio y contemplar nuestras circunstancias desde una visión lúcida, no es posible desentrañar sin desconocer nuestro individualismo absolutamente imprescindible. 
Existe una división obvia, es simple pero se ignora, nuestros deseos son sueños devastados que lucen incompletos entre la incoherencia de palabras y muestras febriles de amor que pronto caen en un hoyo recíproco. Por razones de intercambio mutuo, el hombre olvida pronto, se sacude sin quererlo por abrazar un espacio permanente, la luz se hace diagonal, el faro se apaga, lo conseguido se hecha a la deriva, el polvo se posa en cada cosa y elemento construido y la materia se deja a exposición, pronto se trasluce, se hace invisible, si alguna vez existió fue una causa perdida desde el momento mismo de su creación. Sin darnos cuenta, la fortaleza de todo lo creado por recrear un sentido se va tornando más holgada, fuimos construcciones tupidas, también las hicimos como un espejo en frente, y la vulnerabilidad del instante, la incredulidad para distanciarnos de estudios válidos, de certeza universal, nos someten en caída libre, esa asignatura pierde prioridad, por consecuencia el vaso quedará sin agua, cuando el líquido inmortal se ausente al fin y la superficie normalizada nos haga sentir nostalgia, nos encogeremos de extremidades y las capacidades únicas de seres vivos pensantes serán reemplazadas por prótesis y automatismos, una caja de programación rigurosa en una jornada rígida para el esfuerzo, ganancia y la inercia inevitable del ciclo de la vida, un casillero cerrado para la interpretación racional en el oculto narcisismo de una vida personal que es el mundo desconocido por el cual la vida entera se encarga por hacernos explorar como si todavía fuésemos una pieza singular que dice y hace cosas insospechadas.

viernes, noviembre 01, 2024

CUANDO ES MEJOR CALLAR Y NO TENTAR A LAS CUERDAS VOCALES

¡Cierra la maldita boca!
Un pedazo de metal cae del cielo y se clava perpendicular en el vórtice de la pérgola, a punto estuvo, si, pasó muy cerca de la imaginación, estuvo entre luz y sombra, ser y no ser. Me quito la vida o se la arrebato, es una prueba punzocortante desde el punto de vista de quien todo acepta inmóvil con palabras contemplativas y quien se niega y se revela en la acción inmediata de una decisión absoluta en plena liberta de acto, sin albergar el costo definitivo de quietud en tanto se observa el tránsito nocturno y la lista de verbos rudimentarios lanzados de una acera hacia la puerta de entrada del restaurante sofisticado que ofrece la mejor carta y es señalada como el fin último de un proceso decadente de superproducción. 
Ningún deseo reivindicativo tiene por sentido entrometerse en las circunstancias previstas, nada es posible hacer, la cura del silencio evita no levantar sospecha, en la firmeza de asimilación un instante puede transcurrir sin la mayor influencia aun cuando todo siga girando en territorio de aspavientos alegóricos cerca a cualquier mirada como el contraste místico que todo ser pensante puede percibir cuando las cosas se despejan y sobresale la marea de un charco en toda su extensión, un segmento de riel, una paradoja de hechos extraños que denotan causalidad y evidencia ante el convencionalismo, cosas vagas en permanente naufragio por aguas neutrales de inconsciencia, cuando hay un intento de adentrarse, dormir en sus profundidades y, en tanto un brazo descolgado aparece como una señal inequívoca, la exposición a la vergüenza desliza en frío una llamada de atención, entonces todo vuelva a empezar en las mismas coordenadas.
Permanecer así, en la naturaleza inorgánica que simplemente refleja la esencia minúscula de todo ser expresivo en sí mismo, por lo cual nada es más sincero que soslayarse en el transcender del tiempo contándolo desde un rincón a baja luz, con intenciones inmutables, aceptar circunstancias para no responder y estar sometido a autoculparse un largo periodo quizá de pisadas tenues y de apasionamiento débil a consecuencia de diálogos cerrados por una razón nueva, un pensamiento floreciente que tan solo interpretará lo visto con un gesto y tal vez el movimiento singular para el cual el sonido es inexistente.

martes, octubre 29, 2024

RETAZOS de ANTiCiPACiÓN de un MANiFiESTO EMOTiVO


Pienso en todo lo que me perderé
cuando el olvido se posicione ante los objetos incandescentes   
el pequeño rostro volará en el torbellino,
me veré obligado a cegarme frotándome los ojos
estimulando en mí un relato más de melancolía,
a deambular en el mañana
fuera de lo que soy,
existiendo sin bitácora en medio de un mundo deshabitado,
abriendo los brazos bajo la lluvia
en clara señal de aceptación,
sin importar lo estrepitoso que fuera;
una gotera pronto será ese gran charco para reconocerme.

Me miro las manos y por fin entiendo
congratulaciones por llegar hasta aquí, 
estoy asombrado con el resplandor al primer contacto
y, sin embargo, aún no me siento bien,
las fibras de mi corazón no calman de vibrar,
el piso donde camino está hecho de hielo, 
tiento, pero la inestabilidad es como un lodo en el fondo del río
las piernas no me sostienen,
momentos imaginarios me recrudecen en la oscuridad,
pienso en todo lo que me perderé 
si reincido en cometer desdén,
lo ganado rodará al primer impacto:

Un vidrio roto 
mi propia vida en mil fragmentos 
una fotografía desvanecida en una línea atemporal,
repetiré, sin la conciencia de estar viviendo lo mismo
los errores reiterados y mi ausencia inexplicable
cuando el sol queme a través de delirios
y la velocidad gane pulso al tocarme…,

aunque intentarlo fuera un acto de bien e inspirador
terminaré pateando el tablero
con los elementos podridos de hostilidad
mientras este mundo hecho mierda presiona mis sienes,
desearé fingir cualquier consentimiento
nada podrá anteponerse
una expresión al natural se escribirá en simultáneo,
todo lo perdido volverá a florecer un día de primavera,
no me sentiré desolado
en cuanto manifieste
en cuanto vibre de emoción
y en cuanto sienta moverme como pez en el agua.

lunes, septiembre 16, 2024

DiLEMA II


Existe como su voluntad impone 
y por tal merece prestarle total atención,
cuánto se supone, lo que es prohibido mencionar
uno en frente del otro asociando adjetivos para una falacia cómoda;
posesiones para el más predispuesto
y reconocimiento al más sutil.
Juicios, estereotipos, imágenes enlazadas a experiencias pasadas
 traspasan la cabeza con el ventilador encendido.
Es oportuno retroceder ante cualquier impulso que intente romper el cristal.
Los gritos también envejecen y se enferman,
si no se puede contravenir las acciones
dejaré que el agua se encauce por propia composición, 
no pienso intervenir de manera amigable
un punto de vista no equivale a un hecho probado,
no tiene objeto una decisión precipitada
cuando es evidente que todo acto insurrecto debe menguar ante la diferencia.
Las miradas no se pueden sostener en un punto fijo,
las prendas húmedas también secan con calor corporal,
el temperamento tiene manos gigantes
y la capacidad del cerebro se incrementa
cuando despertamos insomnes cual fantasmas del amanecer,
todo funciona como pieza de relojería
el firmamento se encierra simétrico bajo formulaciones
en niveles inimaginables sin resolver,
vacíos de codificación, agujeros sin entramado
 para quien vive esperando una respuesta a su existencia.

La necedad es virtud,
es válido afirmar que la demagogia también te emocionará,
y doblegará las rodillas a quien diga yo, ¡jamás!
Cada uno tiene un precio
señalando o maldiciéndose, 
el mundo sigue dando vueltas
nadie entiende su inexorable maquinación aunque diga lo contrario,
una mano visible escribe, la otra oculta, borra lo hecho, 
el corazón pretende siendo tal vez pretencioso 
y la cabeza elabora en silencio un plan autodestructivo.
Con tan solo una firma se consiente 
y con apenas un examen teórico a contrarreloj
alguien semejante de igual naturaleza
puede influir en una condición emocional para siempre,
nunca más llorar resignado en humildad
se sedimenta las intenciones de un arte nuevo al abrir las cortinas
se despojan inhibiciones de siempre
hay un cambio brutal solo con quererlo
el viento barre conceptos pusilánimes y melancolías
con el correr de las horas y las vistas
se viralizan tantas miserias como podamos imaginar,
a la velocidad de la luz.

miércoles, agosto 21, 2024

CUANDO A LA VISTA SALTA UN ESPEJISMO Y, SIN EMBARGO, NO ES MÁS QUE EL RESULTADO DE UNA SUMATORIA DE EMOCIONES ENCAUSADAS POR MÚSICA QUE FLORECE DEL PIANO…


El océano se extiende firme normalizado bajo las condiciones de una naturaleza atiborrada de virtudes, nadie puede contra un todo inimaginable, es lo más amplio y misterioso en los confines del universo, puedo nada más que pensar en sus mediciones y el relato inspirador en cada hombre que lo ha visto desde la peña de un acantilado donde rompen las olas y su contemplación profundamente apacible. No deja de emocionarse al ver que cada palabra que pueda mencionar o escribir no podría colmar el estudio totalitario de semejante legado continental increíblemente excitante, un inmenso laboratorio de vida que se respira desde edades que todavía conservan lucidez y rebasan en sensaciones perfectamente descritas.
Puedo vivir para siempre frente a lo que admiro sin apenas conocerlo, desde las entrañas de un remoto silencio que aguarda teorías de sus millones de años en constante evolución. 
Me brota del corazón un sobresalto emotivo y también de estremecimiento, cada cosa es distinta si la siento y aunque el todo al encuadrarse mientras se mira parezca una secuencia previsible y monótona, no lo es, porque al igual que cada acción o movimiento de un ser único, existe en él un detalle, la característica propia, el sentido distintivo y también genuino para lograr percibir su manifiesto existencial con un agudo discernimiento. 
Bajo la lupa del firmamento se busca respuestas y sensaciones frente a lo incierto de su presencia cada vez más diluida con la brisa que le choca al rostro y lo encoge de hombros, lo devuelve sosegado y otra vez como un nuevo ser, predispuesto a todo y con el corazón abierto frente al devenir, aunque los estruendos de las olas intimiden cualquier intento sentimental al acercarse, salte a la vista un espejismo, regresemos en el tiempo y la sumatoria de emociones se estremezcan con el piano de las memorias que nos van dejando solos a medida que deja de florecer, una estrella fugaz cruza el firmamento una noche de luna y las manos tiritan de emoción al tocarnos el semblante gélido, respirar y cerrar ese libro de historias que nunca se terminan de leer.

«...Cuando a la vista salta un espejismo azulado y, sin embargo, es la sumatoria emotiva mientras se escucha el sonido sensible y encausado goteando en sí mismo, como lluvia premeditada brotando de abajo hacia arriba…»

lunes, junio 10, 2024

UN NECiO EN ESTADO DEMeNCiAL, CUAL DeSOLADO


Cuantiosas son las condiciones para retratar la iniciativa 
y también la locura.
Es madrugada, despierto, me siento muy bien
 soy sensato mientras reflexiono
mi situación es lúcida,
avanzan las horas,
los tránsitos de implicancias habituales comienzan a impacientarme
se regulan prioridades, aunque se siguen sumando ideas,
todos los niveles se reanudan en una nueva línea de meditación:
fuera esto, no lo necesito, me importa, adelante éste…,
la intensidad se hace líquida,
estoy olvidando el principio
mermo en sensibilidad
y pronto soy necio al hacer,
me retraigo al reconocerme.
Alguien está parado en frente mío 
debo ser yo a partir del absurdo
lo contemplo de pies a cabeza unos segundos
y sucede un dilema existencial
como si dos mundos colisionaran,
comprendo todo, pero lo niego,
la incógnita del valor es como un semiconductor en los pensamientos 
–si es que los hay para todos
felizmente nadie aún puede leerme.

La expresión desmesurada de un hombre puede oírse a los lejos
la gente lo señala como demente,
sin embargo, puede notarse la exaltación hipócrita
cuando los ojos de aquel hombre
 en disposición inquisitiva, confrontan,
es un error aceptable y lo sabemos muy bien
estamos incluidos como piezas en un juego de sociedad
una fracción de un todo irónicamente incoloro,
que se sostiene, se une, se necesita
y tranza en una dimensión homogénea,
el tiempo en perspectiva de una curvatura 
y coincidencia en elementos distantes. 

Se aviva el fuego del hemisferio sombrío
como sintiéndose singularmente maniático
cruzado de brazos a un paso del estanque que solo él puede ver,
esperando a que los presentes dejen de fijarse
y callen al fin en el encantamiento de la inconsciencia,
cual ser desolado, necio, demencial oculto en sí mismo
en tanto pisotea insectos que invaden y cruzan líneas rojas,
organismos hostiles en su memoria,
presionado a padecimientos como acciones de mando,
técnicas aleatorias de flashback con intención emocional  
un ciclo interminable, también de parálisis 
reunido de palabrería incoherente y sugestiva
confinando cada acción a un péndulo perturbador,
un mundo interior progresivamente difuso, 
un peldaño menos en la escala de luminosidad
en la existencia reducida a un laberinto 
con puntos de partida definidos,
y con rutas de arte sugestivo, instrumento de distracción, 
hasta encontrar la puerta final 
bordes de escapatoria como límites para salirse del camino
perder la cordura en acciones sin lógica
desmoronarse en calidad de objetos obsoletos
sujetos despersonalizados por el oleaje, la decadencia, el sufrir…,
quienes podrán en plenitud de anarquía psíquica,
exhortar su altavoz de sandeces en albedrío,
elucubrar lo que se les ocurra con teorías místicas 
para dirimir un presagio, por lo general apocalíptico,
señalar un testigo, cualquier transeúnte o sombra en la pared,
renombrar una ciencia con explicaciones metafísicas,
escupir sinceridades punzantes
pintarse el cuerpo entero de verdades como mandamientos, etc.,
los cuales necesitamos anular cuanto antes, 
desmerecer con juicios instantáneos 
y el sarcasmo del sabio versado
debido a la razón que nos rodea
una edad perfecta, presencia, entendimiento 
y últimamente una manifiesta paleta de colores 
dotada de sentimientos mutuos.
Necesitamos arrojarlos por un precipicio
cual invidentes errantes en la ciudad hostil,
o levantar muros, encender hogueras
quitarles el nombre y desnaturalizarlo como iguales.

viernes, junio 07, 2024

UNA BALA, UN TiRO LiMPiO


Las diatribas se reincorporan en mi cabeza,
sonidos de la nada 
infiltrándose desde un lugar desconocido
me remueven las sienes;
me dejo caer en la cama
y duermo con la vista quieta en un punto fijo, 
la imaginación centrada en los confines 
entrañando lo que pudo ser y no será más.

Siento sobresaltos por lo que temo en la inconsciencia,
trato de recomponerme a mitad del delirio,
tiento para buscar una mano sanadora
y solo encuentro una niebla de ausencia a mi alrededor,
intento subsistir quitándome las perturbaciones que me atan
pero el dolor sentido es como la piel desgarrándose,
reúno todo el vigor posible
y despierto con una mirada recalcitrante;
me pongo de pie en este mundo invadido de sombras
para reanudar mi andanza,
pronto pisaré la hierba seca a un lado de la carretera
y todo habrá perdido el menor sentido para mí.
Transcurren días, noches bajo insomnio
y yo tiritando de dramas, 
maldigo con la fuerza contenida a este mundo inclemente,
lloro a escondidas sin ningún alivio
sufro los peores demonios en esta incertidumbre
y nadie lo sabe, 
estoy en el peor momento,
finalmente, exclamo: ¡lo haré! No hay marcha atrás, 
en cuanto el calendario esté deshojado
con los últimos fuegos artificiales 
y asome la noche perfecta 
por lo mucho por decir que he aguardado en mi corazón,
sentimientos sombríos al acecho
y lugares persistentes en una secuencia  
de evocación y felicidad
ahora que puedo sosegarme
tendido sobre la roca caliente
como un reptil que no puede distinguir
en plena combustión de serenidad,
reanimándome desde un sueño insondable
a través de visiones por el extraño tercer ojo,
para rasgar el calibre, una vez, dos, 
y asumir firmemente, sin titubear un segundo, 
sin acongojarme por vergüenza,
con el objetivo en la mira, inmutable,
tras el viento y en estado permanente de abatir
en cuanto la situación tenga un gramo de debilidad
y me sea fácil desbaratar en un instante,
reducir en polvo cuando tire del gatillo
todo cuanto los años, situaciones, cosas, rostros y deseos
sean imágenes transitorias en mi cabeza,
un tiro limpio acabe en un sonido seco
una vorágine antes de perder la conciencia 
y caiga como en mis primeros pequeños pasos
sobre un jardín de tierra negra, 
donde todavía puedo sentir 
el hormigueo de gusanos y raíces en mis manos
y la frescura de la hierba al amanecer,
como si todo volviera a empezar otra vez…

martes, junio 04, 2024

Me CONViERTO en CiEMPiÉS


Me convierto en ciempiés,
nada puede intentar afligirme
quiero ser entendido en mi propio lenguaje,
ninguna muestra de presunción al abrir los ojos
y pensar qué cosa habrá más allá.
¿Hasta dónde? Me tiene sin el menor cuidado,
me dedico en absoluto mutismo
a ocupaciones que fueron grises,
no tengo intenciones de olvidar
soporto en mi memoria 
una caja fuerte como el árbol imperecedero;
mis manos se hunden en la tierra,
vuelvo alegre, camino vivo, levanto la mirada
es abril sin incertidumbre
me siento infinitamente agradecido,
la naturaleza es febril
me reincorpora renovado abriéndome los poros
exprimiéndome la piel;
me convierto en ciempiés 
esta vez lo hago desentendido de prejuicios
ignoro lo que sucede
fuera de mí o en la profundidad de mis pensamientos,
no tendré sentimentalismos bajo censura
seré yo en estado original,
cuánto ahora podré decir sin mencionar alfabetos
el silencio lo explicará todo por mí.

Las acciones tropiezan, me deshago, camino contraviniendo,
es definitivamente apacible muy a pesar
lo prefiero así,
estoy despidiendo a quien se ha diluido en recuerdos
adiós, adiós, hasta nunca, no vuelvas más;
quiero dar hasta lo que no tengo
ofrezco mil formas de sentirse bien
las cosas se desvanecen mientras avanzo y olvido
lo trivial vuela en imaginaciones cuando hay ausencia
y posamos sin desearlo para una escena petrificada,
cabellos en insolación
ropas desgastadas 
diversiones insignificantes dispersas
grandes motivos para sonreír y decir lo gratificante que fue
aunque pronto la puesta de sol nos distancie en melancolía
y la madrugada nos haga tiritar de soledad en una habitación 
lúgubre,
con las horas en las postrimerías 
y el cansancio queriéndonos agotar para no soñar despiertos,
cañaverales agitados con el rugido del viento rural
canticos de rebeldía 
deseos de cambiar este mundo poco a poco
y a veces todo de un solo golpe,
traspiés, levantarse, reír a carcajadas, sentir con locura
desplomarse de felicidad, 
mirar en el espacio hasta dónde es posible llegar 
si tan solo pudiéramos imaginarlo en este instante…

domingo, junio 02, 2024

EL NO RECUeRDO CUÁNDO FUe, LA FiEBRE DEL AHORa

Estoy dejando de soñar
las maravillas se desvanecen al caer la noche
una despedida para siempre
los ojos mirando al piso para no resignarme
sucumbir, rendirse en posición apática
exponerse vulnerable, frágil
sostenido de unas cuantas cuerdas invisibles 
y las ganas demolidas con el oleaje a contracorriente,
todo muy difícil
todo cuesta arriba,
tengo lo que no tenía en el bolsillo
pero nada contenta mis deseos
los míos contenidos en una bóveda,
una manifestación sencilla a cambio de más tiempo
un momento libre
una sonrisa que no cueste ningún esfuerzo
la prueba definitiva de espontaneidad y nostalgia
cosas del pasado
entresombras
algarabía cuando el vacío fue una fundación para sentir y expresar
deleites
piezas nobles
caricaturas grises pintadas sin sol
simplemente a ojos cerrados 
desconociendo cualquier valor por lo que fuera.

Estoy dejando de soñar… y, me duele consentir,
caminos olvidados vagabundean en mi cabeza
quisiera, pero las mil condiciones me cierran el paso
me desprecio a veces, un martirio psicótico,
sigo sosteniéndome en una mentira de papel
de pronto me doy cuenta
un rostro despejado con agua fresca
viñetas para conseguir tachar lo que no sirve,
un día atrás
el no recuerdo cuándo fue...,
una historia, dos personas, extrañas circunstancias
todo imprevisto
una vuelta de tuerca
en sentido antihorario
como si no marcara ninguna expectativa
solo murmuraciones
ecos, sobresaltos
gestos espontáneos
pequeños detalles sin ser percibidos.

Un sol gigantesco amanece desde el interior
las maravillas se muestran otra vez
cosas simples relucen
los patios se llenan de sombreros y diálogos 
no quiero dejar de soñar,
desconecto al fin
siento otra vez esa fiebre del ahora.


EL SeR EQUiS en un MuNDO de PÁRAMoS


Un extraño ser brota de las entrañas de la tierra,
no tiene rostro,
nadie es testigo,
sigue siendo una leyenda…
Pasan las generaciones, 
las aguas quietas duplican todo lo visible a cielo abierto
y también todo lo inimaginable.
Cuando el cosmos luce despejado en su amplitud de dimensión
criaturas desconocidas se hacen visibles
y expresan su particular tributo ante un infinito que siempre estuvo así
tintineante, fugaz y matemáticamente distribuido
en la forma perfecta que solo algunos pueden percibir
con tantos enigmas ocultos e historias por dilucidar.
El mundo de páramos en el que vivimos, no lo es todo,
finalmente, la incandescencia ficticia del hombre
revelará la fórmula en las distancias 
y los secretos que no alcanzamos con exactitud,
se tendrá evidencia frente a lo que es,
un espectro con vida para imaginar desde aquí
y tal vez, ¿volver?
meditar ideales espontáneos devenidos por el subconsciente
construir una escalera ilimitada
para conectar insólitos mundos
jerarquías disímiles, rostros genuinos, 
culturas que siguen divagando a través del tiempo
ofreciendo noches, esperando amaneceres, soñando un encuentro
idealizando hospitalidad, expresiones, lenguajes, mitos resueltos
risas en el desconcierto de una nueva gravedad
o en algarabía sobre la arena de los páramos que nos rodean.

viernes, abril 05, 2024

VeNGANZA & DíSTOPíA


El domingo muy temprano mientras el sol se asomaba deslumbrante por el este arequipeño, decidí retomar unas lecturas que dejé pendientes desde unas semanas atrás. Mis lugares para leer suelen variar, en ese momento me vino a la mente el techo de mi tercer piso, lugar ideal de noches gélidas y penumbra que estimula en mí un buen nivel de lucidez, donde suelo repasar ávidamente lo libros electrónicos que tengo descargado en la Tablet. Entonces, con todo listo, me apresuro a subir; la luz natural del día lo deja ver todo, el amancer es fenomenal, esta vez no llevo ningún dispositivo pero sí libros de papel, como es el caso del II tomo de la Edad de Oro de la Ciencia Ficción por Isaac Asimov y Moby Dick de Herman Melville, textos que ya los tengo muy avanzados. 
Después de colocar estas obras encima de una mesita de madera y acomodarme en su silla, retiro el separador y comienzo con Moby Dick, una obra universal reconocida que tiene además de una historia, informaciones, detalles y aspectos de no ficción referentes a la vida en el océano, puertos, pescadores, navegación, etc. Cuando inicio una jornada de lectura lo hago con algo no tan exigente para pensar e hilar, de hecho pragmático, con descansos y entre capítulos que no necesariamente tengan una secuencia para retener en la mente y tomar nota. 
Ya teniendo avanzada esta lectura unas 28 páginas y en postrimerías de un nuevo capítulo al parecer muy distinto por la alternancia que el escritor da a entender, cojo su separador, lo ubico allí y cierro el libro, ahora su contextura me sirve como soporte de inclinación para el libro de Asimov, entonces lo abro y de igual manera continúo. Indudablemente con el ritmo logrado y lo mucho que disfruto de la ciencia ficción, más si se trata del Pulp americano seleccionado por éste mismo escritor ruso-americano, sus páginas son un placer para mí, el mejor estímulo intelectual para imaginar y por qué no, también para intentar un relato en borrador y luego corregirlo. Cuando ya tengo 15 páginas leídas, oigo las primeras voces de la mañana, el ruido vespertino de autos, canes, proveedores y en fin gente que sale muy temprano y su inevitable estridencia al caminar. Sin embargo, eso no es inconveniente para mí, estoy entrenado para soportar unos grados de decibeles por encima de lo normal. En esta ciudad uno tiene que asumir un montón de cosas, sobrellevarlas y hasta aceptar la normalización de actos y hechos desagradables y sórdidos  para mantener una convivencia condescendiente. Ante esta situación, mi ritmo de lectura ya no es el mismo, ha disminuido, tengo que concentrarme más y ya no solo es cuestión de leer, sino de deletrear y vocalizar párrafos enteros que me parecen importantes, los pasajes de lectura ligera los trato de resolver con un trámite visual algo más dinámico de lo acostumbrado, no quiero perderme nada pero tampoco quiero demorar mucho en mi objetivo de acabar este relato antes que sol gigantesco me alcance, me invada el calor corporal, los hastíos por cualquier cosa y finalmente esa temible llamada a desayunar. Unos minutos después, cuando creo haber alcanzado un equilibrio entre mi concentración y el margen cotidiano de los ruidos molestos, dos eventos me sorprenden de súbito, mi pareja que ha subido de puntillas la escalera y sin darme cuenta se encuentra cerca a mis hombros y un grupo de personas que está abajo, en la calle, en frente de mi casa, es un vecino y algunos más que sé muy bien quienes son. Y aunque estoy a un paso de resignarme para concluir por hoy mi lectura, algo me dice que esta vez debo persistir y, mantenerme firme en mi noble objetivo de acabar lo que tenía planteado. Mi pareja se sienta en la otra silla de madera que está en frente mío, coge su celular y hace lo que todos, yo mientras tanto intento a cualquier precio de mantenerme concentrado y no perderme ningún detalle de las historias que voy descubriendo, la ciencia ficción es muy complicada si no se entiende cada de uno de los elementos que el autor va insertando en cada párrafo, cómo éstos no son convencionales, procesar todo esto con la información que se tiene de diversas ciencias y cultura general, su entendimiento se haría una tarea altamente tediosa, más aún si se deja inconclusa por algún motivo. No quiero que sea así, no quiero irme de este lugar pero me es imposible retomar y razonar lo que voy leyendo, esa gente que está en la calle ha sacado sillas, una caja de cervezas y ha subido el volumen de su equipo de sonido. En muchas oportunidades he podido sobrellevar esta situación, no obstante, ahora es imposible, son gente que ya no le importa nada, es la escoria de la sociedad actual, beben en la calle a la hora que desean, un día cualquiera, emiten diatribas totalmente soeces y altisonantes, y ahora hay un sujeto en especial que pregona en su manifestación irritante todos los actos delictivos y vulgares que un hombre está dispuesto a hacer sin la mínima vergüenza al qué dirán o las sanciones que en teoría le debe imponer la justicia; en este país al día de hoy y tal como ocurre en la extensión latinoamericana de nuestros países, la delincuencia, el crimen, la violencia y el sin fin de delitos que por norma general terminan siendo impunes, son un cáncer agudo que avanza y se acrecienta conforme los gobiernos populistas pasan, prometen, la economía de mercado corre a la velocidad de los fuertes y las diferencias se ahondan, los vacíos se hacen resentimientos y la educación es solo un negocio más, una oportunidad perdida, una generación negada y obligada a resarcirse para mal desde la oscuridad del delito y el libre albedrío, sabiendo que el sistema esta roto, las autoridades podridas, las leyes le son benevolentes y las penas un saludo a la bandera de un par de meses o un par de años para entonces operar desde la clandestinidad de la prisión, que al mismo tiempo es su cuartel general, la disposición de más delitos y crimenes como si todo simplemente fuera un juego de apariencias y actos que nadie está dispuesto a comprometerse para resolver porque las mafias y la delincuencia en todos los niveles, se han convertido en el orden democratico actual que debe mantenerse tal y como está, sin intentar mano dura o sentencias realmente severas y hasta inhumanas para quienes son inhumanos, no solo quieren una sociedad en la oscuridad sino hostilizar y mantener en vilo y enrejados en su casa a quienes si quieren un país prospero y apacible, en confianza entre sus ciudadanos, sin el temor de andar o expresar algo que a uno lo haga sentir bien. 
Me muerdo los labios porque nada va a cambiar, así llame a quien llame para que intervenga a esa gente, no lograrán más que se escondan otra vez y vuelvan a salir jocosos para continuar su celebración acostumbrada, esa gente ensombrece la tranquilidad de todos los vecinos, también hemos sido sus víctimas, cada uno de nosotros, vivimos al tanto de lo que puedan hacer y soportando a diario el disfrute de sus delitos, las vivas de su statu quo inquebrantable, ni el Serenazgo, ni la Policía, ni el Ministerio Público, ni con pruebas de las cámaras de seguridad y la interminable lista de denuncias y sus múltiples antecedentes delictivos, los han hecho ocultarse y menos retroceder en sus acciones, todo lo contrario, a estas alturas ya son una organización criminal, la justicia la tienen comprada y la manipulan a su placer, todos los sabemos pero nadie, ni civiles, ni uniformados de la ley pueden siquiera intervenirlos con severidad y de un solo golpe. Aquí cada uno ve de alguna manera su seguridad y se defiende como puede. 
Hay momentos como éste, harto de vivir así y asumir este rol pasivo de espectador atemorizado, impotente de hacer lo mínimo siquiera, es que por el bien de todos me siento decidido a inmolarme por una causa más que justa, su muerte inmediata, como si se tratara de un enemigo de guerra que se debe eliminar, tal como le digo a mi pareja, ‘quisiera tener un dispositivo entre mis manos que al primer contacto con la superficie emita un flash intenso y oscuresca en se mismo instante todo cuanto lo rodea en ese nido de ratas, como si fuera un acto fantástico de combustión que apenas deje en ese lugar una extraña sombra por lo que pudo haber existido alguna vez’, negarles la vida en un instante y desbaratar por completo esa maldita casa que mucho oculta y desde donde se planea todo acto perverso y delictivo, no obstante, estoy conciente que no puedo hacerlo, soy un ciudadano apacible de buenas intenciones, creo yo, de comportamiento respetuoso y que desea lo mejor para su familia como para el país donde vive, mi ímpetu de venganza que son similares a los que siente el hombre frente a la ballena en Moby Dick y la forma distópica y genuina muy propia de la ciencia ficción, de cómo llegar a realizar semejante proeza, significan un arrebatado comprensible por hacer justicia con propia iniciativa, forman parte de esa imaginación quizá estimulada por el cotidiano de una dura realidad y la literatura de noches y madrugadas, donde me socavo en un lector oculto entre las sombras de un barrio cualquiera, de una inmensa ciudad que duerme e ignora que se convierte con el paso de las horas, en el refugio perfecto para la delincuencia urbana.