lunes, julio 07, 2014

CORRECCIONES y VICEVERSA

«¿Es seguro que no te permites degenerar al menos por curiosidad, lo que no puedes imaginar?»
Se hace distante decidir, el tiempo no espera, las vueltas del destino crean a estas alturas posesiones discontinuas que aceleran ansiedades por todo lo desconocido, lo que será de gran utilidad, si a partir de una nueva reforma de fácil doctrina, comprenderías que hay una sola vocación, una sola…, cuando ya sabes que nadie más quedará en ese extenso camino.

«¿No buscas acaso recrear persecuciones y narraciones interminables?»
Ocultarte y descubrir el sonido de la demolición cuando no hay nada frente a tus ojos. Pudieras fingir nuevamente y desobedecer lo que tú quieras, odiando con crueldad lo que te disgusta, que es casi todo, salvo lo que vas tocando, lo que vas sintiendo, lo que vas apreciando en discreto, las partes que te hacen feliz, los fragmentos de una noble causa, que ojalá se haga posible.

«¿Felicidad o comodidad?»
Lo que te hace digno. Es cierto que no gustas de las presiones ni de las órdenes, nada con los populismos y los métodos domésticos para el servicio común; sin embargo hay cosas que aunque no gozando de tu agrado, pasan vulgarmente hasta contagiar al más selecto tribunal de etiqueta. Reniegas de toda amnistía, cuando no hay esfuerzo y justicia que se demuestre incolora y posible de inhalar.

«¿Visitaste la simpleza y recuerdas esa palabra perturbadora?»
Las cosas no han cambiado, los rituales que te obligan los complejos, son un arte insustituible para tus deberes.
Cuando dejaste ese lugar de culto y la habitación de las ideas, donde te honrabas de misterio, de arrebatos geniales, de inquebrantable voluntad, para luego volver con lo que te hacía falta, o sea el hincapié del parentesco, los sueños se hacían visibles para cualquier ser consciente. Tus cosas se explicaban por sí solas, no había dramas ni desconsuelos de que vivir y desquiciarse.
En un lugar tan simple como es el vacío de no contar con el pasado ¿puedes imaginar cuantas ideas pudiste liberar? y ¿cuántos complejos agradables contemplabas en la configuración matemática de un orden cabalístico y a la vez técnico?
Qué bien se sienten los contrastes ¿no?, con el núcleo excéntrico como ideario habitual en el tiempo de ahora, no se deberían consentir al menos, liderazgos para sufrir, obsesiones de melancolía, ni resentimientos por la carga innata de herencia.

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