Ahora me temo a mí
yo mismo soy el límite,
la frontera que mantiene a
raya el espacio prudente;
soy el resultado de todos
mis temores
de mis debilidades;
soy la prohibición del casi
y del absoluto;
soy el mientras, el margen, brecha,
tregua, estancia, pasividad…,
y la cobardía de ir al
frente,
soy todo eso consumado en un
solo ser calculador,
muy analítico
poco genuino;
soy todo lo dicho en verdad que
lo soy,
y la mitad de todos mis
temores
están firmes degenerándome
hasta el reciclaje de mi
cuerpo anestesiado.
Estoy como dormido
rodeándome de restricciones,
diciéndome frecuentemente
que ¡No!,
afirmando esa premisa
sacándole ventaja con sincera
honestidad
que no me sirve de gran
ayuda;
soy yo mismo mi problema
donde parte mi negativa y se
termina en una interrogante más,
en mí habita la presa de mis
debilidades patéticas
que yo considero principios básicos;
yo mismo soy mi dificultad
que no cesa en estancarme,
yo solo me provoco detener,
me oculto en mis virtudes
silenciosas
de todo el ruido vulgar que
me atormenta;
soy yo, el problema vital de
mi falta de constancia
de mi ausencia de compromiso
con la madurez
y con la entereza de ser
hombre como Dios manda;
soy yo, el tipo perfecto que
se sujeta de todo lo inventado
para vivir a duras penas de miserias,
y en el retraimiento de esa sencillez
que no entienda más de las
vueltas que sigue dando el destino.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario